Cerca de las 5 de la mañana el bramar de las aguas del río Bermejo en la frontera entre Aguas Blancas (en Argentina) y la ciudad de Bermejo (en Bolivia) asustó y advirtió a trabajadoras y trabajadores de frontera que por lo menos ayer no iban a poder desarrollar sus actividades habituales.
Las mediciones de esa hora indicaron que el nivel del agua había llegado a 7.27 metros. Según medios bolivianos, este es el máximo nivel registrado después del récord histórico de 7,60 metros, que se midió hace unos 25 años.
Las autoridades provinciales de Salta esperaban que las crecidas lleguen a las poblaciones del departamento Rivadavia, de ambas bandas, Norte y Sur, desde anoche y hasta hoy pasada la tarde.
“En Embarcación (municipio del departamento San Martín), tendríamos que ver los niveles (de crecida). Pero a esto se sumarán los niveles del río San Francisco”, dijo Luis María de la Cruz, del Sistema de Alerto Temprana, que observa la crecida de los ríos en la zona y da a conocer informes de su evolución.
La directora de Protocolo de Asistencia Crítica, Gabriela Locuratolo, indicó por su parte que se esperaba tener novedades de las crecidas y se estaba armando la logística para poder tener preparada la asistencia aérea. Esta suele ser la única vía para llegar a las áreas afectadas durante las crecidas de los ríos, que tornan intransitables los caminos.
Según los informes alcanzados por De la Cruz, el río Pescado (que tiene incidencia en el departamento Orán), también creció a 7,40 metros, nivel que es considerado muy alto respecto de los niveles de crecidas anteriores.
Frente al panorama, desde la Comisión Regional del Río Bermejo (COREBE) se había emitido el alerta para las poblaciones que habitan aguas abajo de Embarcación.
Mientras, el pronóstico del Servicio Meteorológico Nacional (SMN) prevé que hasta el viernes por lo menos continuarían las lluvias y tormentas en la cuenca alta, lo que vaticina que los ríos seguirán con mucha agua.
Testimonios de la creciente
“Está todo suspendido porque fue una crecida como las que no se veía hace muchos años”, contó a Salta/12 Elena, trabajadora de frontera de la zona de Aguas Blancas mientras ayer esperaban la fallida llegada de la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich.
Los llamados “bagayeros” pasan la mercadería por chalanas o gomones que transitan el Bermejo de una orilla a otra. Por ese servicio reciben un pago de quienes hacen las compras en el “otro lado”. Elena contó que hubo familias que construyeron cerca de la ribera del Bermejo y que ayer tuvieron que autoevacuarse en casas de familiares porque la crecida del río les inundó sus moradas.
Según se pudo conocer, una de las preocupaciones que surgió en la intendencia de Aguas Blancas, a cargo de Alfredo Martínez, fue la necesidad de contar con obras de gaviones para reforzar las defensas del municipio.
Por su parte, el jefe de Bomberos Voluntarios de Aguas Blancas, Fredy Galarza, indicó que se trabajó desde la madrugada hasta las 10 de ayer, momento en el cual rescataron a una persona que había quedado atrapada por la crecida en un lugar que denominó “La Isla”. A ello sumó la asistencia a unas cinco familias a quienes ayudaron a sacar sus bienes de los domicilios que se habían inundado con la creciente.
Por su parte, la periodista bermejeña Sandra Calapiña sostuvo que en Bolivia las aguas estaban menos crecidas que del lado argentino. Sin embargo, afirmó que arrastraron ganado. “La gente no demoró en carnear los animales”, que llegaron muertos a las orillas del río, contó.