La Cámara de Diputados de la provincia tuvo su primera sesión del año. Fue la tercera en condición de extraordinaria. En ella, y tras dos meses de demora, la radical María Belén Malaisi asumió como diputada por la segunda sección electoral, en reemplazo de Santiago Passaglia, quien a pesar de haber asumido como intendente de San Nicolás, evitaba renunciar a su banca.
“Ganó la política”, le dijo Malaisi a Buenos Aires/12 apenas concluida la sesión que, como particularidad, contó con la ausencia generalizada de los legisladores que integran el Frente Renovador.
De esta manera, el recinto volvió a tener 92 bancas ocupadas, y, mediante un proyecto de resolución del presidente de la Cámara, Alejandro Dichiara, se logró solucionar un vacío que quedaba respecto a las distintas licencias que pueden tomar los legisladores.
El cambio
A partir de la modificación al reglamento interno, un diputado que es designado para un cargo en el Poder Ejecutivo Nacional, Provincial o Municipal, podrá hacer uso de un “permiso especial” por una extensión de un año, evitando tener que hacer múltiples licencias ordinarias, tal como hacía Passaglia.
En este caso, el nuevo permiso tiene como condición que no asuma otro diputado como reemplazante, lo que derivó en un debate donde la mayoría de los bloques, y a excepción del radicalismo que responde a Facundo Manes, todos se mostraron a favor con un mensaje unificado: “No debería haber reemplazos ante las licencias”.
Esto motivó un llamado a debatir el sistema de licencias, cuándo debe haber reemplazos y cuándo no, teniendo en cuenta que cada vez que un diputado jura en calidad de suplente, automáticamente se hace de beneficios como los fueros. Por ende, como bien señaló el presidente del bloque de Unión por la Patria, Facundo Tignanelli, "hay más diputados con fueros que diputados que alberga el recinto" ante cada licencia que habilita un nuevo juramento.
De todas formas, Passaglia optó pedir una licencia extraordinaria por 180 días, lo que posibilitó que Malaisi lo reemplace por ese período.
Debate de formas
La discusión sobre las licencias se originó, particularmente, por las diferencias entre los espacios opositores. En la Cámara Baja provincial, la oposición estalló en cuatro pedazos a fines del años pasado. Tres de esas patas que son el PRO, la UCR que responde a Maximiliano Abad y la Coalición Cívica, funcionan como interbloque. Otro espacio radical, que comulga con el neurocirujano, se alió al GEN y constituyó otro bloque.
De todas maneras, y como la mayoría acompañó, la modificación del reglamento se aprobó. Con algunas diferencias al momento de levantar la mano, pero con un acompañamiento al proyecto de Dichiara, desde la CC acordaron dar “una salida política”, tal como definió Malaisi a como se constituyó su asunción. Pero no se quedaron conformes con la situación y presentaron un proyecto de ley para obtener una solución de fondo a la discusión sobre las licencias.
Teniendo en cuenta que no existe dentro de la Constitución provincial algún artículo que regule esta situación y hoy sólo está sujeta al reglamento interno de la Cámara, los lilitos liderados por Maricel Etchecoin redactaron una iniciativa que establece la “incompatibilidad” del cargo de legislador provincial con cualquier otro cargo electivo federal, provincial o municipal.
“En el caso de configurarse una de estas incompatibilidades, el legislador provincial electo previo a prestar juramento o el legislador provincial en funciones en la inmediata sesión posterior a su elección en otro cargo electivo será requerido para que opte”, señala el texto firmado por el bloque que responde a Elisa Carrió.
Subsanar vacíos
Los bloques mayoritarios coincidieron en que esta medida viene a subsanar un vacío legal. Al respecto, Malaisi agregó que “me comprometo a estudiar a fondo cómo quedó el reglamento, especialmente en el tema licencias, pero creo que todo el manejo es por lo menos desprolijo”.
Los diputados no están obligados a tomar ningún tipo de licencia. Los bloques de Unión por la Patria, el radicalismo que responde a Abad, el PRO y la Coalición Cívica coincidieron en que es preciso resolver los problemas generados por los vacíos reglamentarios sobre las licencias.
Por lo pronto, el proyecto de Dichiara reparó, además, un reclamo respecto a las licencias por maternidad y que se contrapone a la filosofía de Passaglia en materia de género. Con el nuevo reglamento, cuando una diputada opte por una licencia de hasta 90 días por maternidad, quien la reemplace será sí o sí otra mujer, y no el hombre que continúa en la lista.
A su vez, se incorporó la licencia por paternidad que tendrá una duración de hasta 15 días.
Dichiara también fijó que los segundos miércoles de cada mes se sesionará, en búsqueda de dar un vuelco de 180 grados a lo que sucedió durante 2023 cuando el recinto sólo se reunió tres veces. Además, ya quedaron asentados los títulos de las casi cincuenta comisiones permanentes que deberán ser conformadas en el nuevo período legislativo que inicia en marzo.
El camino de Malaisi
Malaisi, oriunda de San Andrés de Giles, era la primera suplente en la lista de Juntos por el Cambio de 2021, por lo que le correspondía reemplazar a Passaglia. Pero Malaisi integra la línea radical que, a nivel bonaerense, tiene por terminales a los hermanos Facundo y Gastón Manes.
Passaglia, en cambio, intentaba invocar un criterio de “paridad de género”, sin antecedentes, por el cual el reemplazo debía corresponder al mismo genero que el legislador saliente. De admitirse esta novedad, le hubiera cedido la banca a Ignacio Mateucci, quien fue concejal del PRO en San Nicolás y llegó a presidir el Concejo Deliberante local.
Para forzar esa interpretación, Passaglia intentó ganar tiempo, para estirar la definición y desgastar a Malaisi, con sucesivos pedidos de licencia. Malaisi, por su parte, se reunió varias veces con las autoridades de la Cámara, que le prometieron encontrar “una salida política”, lo que finalmente ocurrió, para evitar la vía judicial.
La situación de Passaglia durante estos dos meses fue contraria, por ejemplo, a lo que hicieron los intendentes peronistas Federico Otermín y Mariano Cascallares. De Lomas de Zamora y Almirante Brown, respectivamente, ambos dirigentes tomaron una licencia extraordinaria por 180 días, algo que el nicoleño recién decidió hacer este lunes. En el caso de los dirigentes del conurbano, sus reemplazantes asumieron sin problemas ni dilaciones.
Los polifacéticos Passaglia
Santiago Passaglia reemplazó a su hermano Manuel al frente de la municipalidad de San Nicolás. Los Passaglia, tras haber ganado las elecciones en 2015 con la boleta del Frente para la Victoria, se pasaron en bloque a Juntos por el Cambio, poco después de las legislativas de 2017.
Tras haber jugado abiertamente para Patricia Bullrich en las elecciones del año pasado, con la expectativa de ser su candidato a vicegobernador, Manuel Passaglia no integró ninguna lista y quedó afuera de todo. Fuentes locales sostienen que se trató de una decisión de su padre, que lo notaba "muy acelerado".
De concretarse el acuerdo entre el PRO y La Libertad Avanza, varias veces demorado y cada día un poco más frío, Manuel suena como posible titular del ANSeS, un organismo muy codiciado por la política, por su despliegue territorial y sus recursos. Pero, primero, se le tienen que alinear los planetas.