Desde Santa Fe
El vicegobernador Carlos Fascendini y el ministro de Gobierno, Pablo Farías, anunciaron ayer que los radicales macristas que "no comulguen con el Frente Progresista" deberán dejar sus cargos en el gabinete. Hablaban en general, sin hacer nombres, pero como lo dijeron en el despacho del vice, en el Senado, quedó la duda si era un mensaje del gobernador Miguel Lifschitz o un ultimátum político del Frente a los funcionarios que responden al intendente de Santa Fe y jefe de Cambiemos en la provincia, José Corral. Los más conocidos son los ministros de Obras Públicas, Julio Schneider, y de Ciencia y Tecnología, Eduardo Matozo, enrolados en el grupo Universidad de la UCR. Según Fascendini, los aludidos -que no identificó‑ "deberían dar un paso al costado" sin esperar que Lifschitz les pida la renuncia, mientras que Farías advirtió que si ellos no se van -tampoco los señaló‑, "nosotros tendremos que tomar las decisiones que correspondan en el marco del Frente".
El planteo calza justo con los cambios de gabinete que el propio Lifschitz adelantó el domingo a la noche. Tres de ellos están cantados: el ministro de la Producción, Luis Contigiani, fue electo diputado nacional. El ministro de Salud, Miguel González, es senador suplente por La Capital, así que completará el mandato de Emilio Jatón, quien ganó las elecciones a concejales de Santa Fe y se mudará al Concejo. Y uno de los viceministros de Salud, Silvio González, asumirá como intendente de San José del Rincón, un municipio que perdió Cambiemos. El gobernador tiene tiempo, porque los reemplazos se producirán recién en diciembre, pero el anuncio de Fascendini‑Farías anticipa una movida más amplia.
Ante una pregunta, Fascendini ratificó lo que ya había planteado hace un año cuando Corral comenzó a romper con el Frente Progresista y reiteró en junio, apenas el intendente armó las listas de candidatos de Cambiemos. "Los radicales que no comulguen con el proyecto del Frente Progresista no deberían estar en este barco, a mi criterio, y tampoco deberían esperar que les pidan" la renuncia o el paso al costado.
El ministro Farías no se sorprendió ante el planteo del vice y admitió que el Frente Progresista tiene pendientes dos debates internos, que prometió para "estos días": 1) La "posibilidad de ampliar" el espacio con otras fuerzas políticas y sociales. 2) Un análisis de la "conformación del gobierno" de Lifschitz y "la participación de estas personas" -como llamó a los radicales macristas‑ en el gabinete. "Lo que el vicegobernador dice es que quien ya no se siente parte del Frente Progresista y forma parte de otra fuerza debería tomar la decisión de retirarse y si no nosotros tendremos que tomar las decisiones que correspondan, en el marco del Frente", advirtió.
Fascendini no fue el único que pidió las renuncias de Schneider y Matozo. En el cierre de listas de junio, el presidente de la Cámara de Diputados Antonio Bonfatti también lo planteó apenas el jefe de la UCR sumó sus candidatos a Cambiemos. "No se puede tener un pie en cada bote. Cuando uno pertenece a un espacio y no a otro, debe tener ética y dignidad. Yo en ese lugar (el de Schneider y Matozo), hubiese renunciado", dijo Bonfatti. Pero "el gobernador tomará la decisión a su tiempo". En ese momento, Lifschitz descartó las cesantías porque a su juicio no había que "echar a nadie". Pero la situación parecer haber cambiado porque a 24 horas de las elecciones, el diputado electo Albord Cantard propuso a Corral como candidato a gobernador de Cambiemos en 2019. "Lo firmo ya", dijo Niki.