Maxim Kuzmínov, el piloto ruso que desertó el pasado agosto para entregarse al Ejército ucraniano con el helicóptero que pilotaba, fue asesinado a tiros el pasado 13 de febrero en el garaje de una urbanización de Villajoyosa (Alacant). Recibió seis disparos en la rampa del aparcamiento de la urbanización en la que vivía, para después ser atropellado por el coche de los asesinos mientras huían, que se encontró calcinado.
Llevaba consigo una documentación falsificada correspondiente a un ucraniano de 33 años, de la que la Guardia Civil sospechó desde el inicio. Este lunes, medios ucranianos confirmaron que se trataba de Maxim Kuzmínov, el expiloto ruso que huyó del país con un helicóptero Mi-8 de las fuerzas armadas y aterrizó en una base militar de la región de Járkov, en el este de Ucrania.
¿Por qué desertó?
La deserción de Kuzmínov formó parte de una operación especial de la inteligencia de Kiev, un operativo denominado Sinytsia que duró seis meses y consistió en convencer al piloto de que cooperara y llevara el helicóptero a Ucrania, según informó el medio local Ukrainska Pravda. A bordo se encontraban otros dos miembros de la tripulación que desconocían hacia dónde volaba la aeronave, y que fueron "eliminados" como resultado de la operación.
El piloto, sin embargo, permaneció en Ucrania, donde fue protegido públicamente por las fuerzas ucranianas y donde residió con su familia. Se conoció entonces su identidad: tenía 28 años y servía en el 319º Regimiento de Helicópteros de la Fuerza Aérea rusa.
Según un video difundido por Kiev, el helicóptero despegó de la región de Kursk y se dirigía a la de Járkov. Kuzmínov afirmó en su relato que, al cruzar la frontera, la aeronave fue atacada por, supuestamente, el bando ruso. Fue herido en una pierna por disparos pero pudo aterrizar 20 kilómetros después. Aunque intentó tranquilizar a sus compañeros, ambos "se asustaron y salieron corriendo del helicóptero", por lo que fueron asesinados.
"No quería contribuir" a los crímenes rusos
En el mismo video, Kuzmínov afirmaba que fue él mismo quien se puso en contacto con la inteligencia de Kiev, a través de Telegram. Fuentes cercanas afirman que quería dejar el Ejército incluso antes del comienzo de la invasión a Ucrania, pero "no le dejaban". Las autoridades ucranianas le ofrecieron protección, dinero y nuevos documentos a cambio de realizar la operación, además de recibir una recompensa de medio millón de dólares.
Kuzmínov detalló que tomó la decisión en el momento, el día 9 de agosto, cuando se encontraba en las proximidades de la frontera. Llevó el helicóptero a una altitud muy baja y se lo comunicó a las autoridades ucranianas, tras lo que cruzó la frontera con la radio silenciada. Precisó que, en Rusia, "nadie entendió lo que estaba pasando durante tres o cuatro días".
En una rueda de prensa que concedió en Kiev, el piloto aseguró que desertó porque "no quería contribuir" a los crímenes cometidos por el Ejército ruso en Ucrania. Sus padres le apoyaron en su decisión y también abandonaron el territorio ruso, según contó Kuzmínov en la misma rueda de prensa, donde también añadió que no descartaba mudarse a "otro país europeo" y que tenía "muchos caminos abiertos". El diario Ukrainska Pravda confirmó que el piloto decidió finalmente trasladarse a España con su familia.
En Rusia lo acusaron de "traidor" y de "cadáver moral"
El Comité de Instrucción militar ruso inició una causa por "traición" contra el piloto. "Este traidor y criminal se convirtió en un cadáver moral en el momento en que planeó su sucio y terrible crimen", aseguró este martes Serguéi Narishkin, el jefe del Servicio de Espionaje Exterior de Rusia.
Asimismo, los familiares de los dos compañeros asesinados en la operación pidieron que Kuzmínov "pagara con su vida por lo que hizo". "Si Maxim realmente hizo lo que hizo, espero que lo encuentren y lo maten", dijo la esposa de uno de los tripulantes, citada por la televisión rusa el pasado mes de agosto.
Cuando la televisión pública rusa informó en octubre sobre la deserción, el reportero adelantó que la orden de liquidar al piloto ya había sido impartida. Este lunes, el representante de la inteligencia militar ucraniana (GUR), Andrí Yusov, indicó que se pudo "confirmar el hecho de la muerte", pero no mencionó dónde se halló el cuerpo.
La identificación del cuerpo
Desde un primer momento la Guardia Civil investigó lo ocurrido en Villajoyosa como un ajuste de cuentas y sospechó de la veracidad de su documentación, correspondiente a un ucraniano de 33 años.
Una fuente del GUR declaró que el piloto murió tiroteado y que cerca de su domicilio se encontró un coche calcinado que podría haber sido utilizado por los asesinos. Estos datos coincidían con lo ocurrido en Villajoyosa, por lo que se pudo verificar que el cadáver aparecido en una urbanización era de Maxim Kuzmínov.
Según la agencia Efe, el piloto, de 28 años, se graduó de la Escuela de Aviación de Sizran, en el sur de Rusia. Fue destinado a servir en el Lejano Oriente ruso, donde entre sus compañeros tenía fama de ser una "persona tranquila" y pedir "trabajo pacífico", operaciones de carga que no tuvieran que ver con misiones militares, según el canal de Telegram ruso Baza. Sus amigos dicen que Kuzmínov tenía "miedo a morir en la guerra".
Los compañeros del piloto aseguran que su novia, que no estaba al tanto de sus planes, se quedó en Vladivostok, en el extremo oriente ruso. De acuerdo con Baza, la madre de Kuzmínov también habría abandonado Rusia antes de que su hijo desertara a Ucrania.
Una vez en Ucrania, Kuzmínov dijo que no quería verse involucrado en crímenes de guerra y pidió a otros pilotos rusos que siguieran su ejemplo.