La reciente edición de la New York ComicCon estableció un nuevo récord de asistencia de público para un evento dedicado a la cultura pop en Norteamérica: 200.000 visitantes, que se repartieron en el Jarvis Center y otros espacios de la ciudad del 5 al 8 de octubre pasados. La cifra merece una salvedad, pues este año la organización vendió sólo pases diarios. Sin embargo, la cantidad de visitantes creó problemas de circulación en el predio central, que fueron de tal magnitud que el director anunció que están analizando cómo solucionar la cuestión para el año que viene. Además, en vistas del reciente tiroteo en Las Vegas, la seguridad –pública y privada– fue “notablemente mayor” que en ediciones anteriores. “Se instalaron detectores de metal por primera vez y se alteró el acceso para permitir un mayor control”, destacó el portal PW Publishing. El portal consignó que la convención transcurrió en una ola de calor inusual para la época, lo que provocó quejas por parte de los autores que participaron. Los artistas, pese a todo, reportaron buenas ventas. A nivel institucional, la novedad fue el acuerdo de cooperación con la Biblioteca Pública de Nueva York, con una jornada de actividades dedicada a acercar la historieta a promotores de lectura y educadores.