El jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, trasladó este miércoles al presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, su rechazo a la comparación que el mandatario brasileño hizo entre la ofensiva israelí de Gaza y el Holocausto. Sin embargo ambos se mostraron favorables a la creación de un Estado palestino. Blinken sacó el tema durante la reunión de una hora y media que mantuvo con Lula en el palacio presidencial de Planalto, en Brasilia, previa a la reunión de cancilleres del G20.
Lula abrió el domingo un frente diplomático cuando acusó a Israel de cometer un genocidio en la Franja de Gaza y comparó la campaña militar en el territorio palestino con el Holocausto. Sus comentarios indignaron a Israel, que declaró al mandatario de izquierda "persona no grata". En respuesta Brasil convocó al embajador israelí y llamó a consultas al suyo en Tel Aviv.
Conflictos en Gaza y Ucrania
Lula y Blinken tuvieron una conversación sobre la situación de Gaza "amplia y franca", explicaron las fuentes del gobierno de Estados Unidos. En ella el jefe de la diplomacia estadounidense "dejó en claro que no está de acuerdo" con la comparación de Lula. Sobre el conflicto en Medio Oriente la presidencia brasileña señaló, en una nota oficial, que Lula y Blinken "coincidieron en la necesidad de la creación de un Estado palestino".
EE.UU. apoya la ofensiva israelí en el enclave palestino y esta semana vetó una resolución en el Consejo de Seguridad de la ONU sobre un alto el fuego en Gaza. El texto había sido presentado por Argelia y abogaba por el respeto del derecho internacional en la Franja.
En el encuentro en el Palacio de Planalto también estuvieron presentes el asesor especial de Lula, el excanciller Celso Amorim, y la embajadora de Estados Unidos en Brasilia, Elizabeth Bagley. "Fue una reunión excelente. Estoy muy agradecido al presidente Lula por su tiempo. Estados Unidos y Brasil están haciendo cosas muy importantes juntos", dijo Blinken al salir de la reunión en la sede de la presidencia.
"Trabajamos juntos bilateralmente, regionalmente y globalmente. Es una asociación muy importante y somos gratos por la amistad de Brasil", agregó el secretario de Estado. Según fuentes estadounidenses, ambos políticos discreparon sobre Ucrania, dado que el mandatario brasileño habló de buscar una solución diplomática al conflicto, pero Blinken opinó que no están dadas las condiciones y subrayó el firme apoyo de Estados Unidos a Kiev.
Sobre ese punto, el comunicado oficial de Brasil dice que Lula "reafirmó su deseo por la paz y el fin de los conflictos en Ucrania y la Franja de Gaza". La situación de Venezuela también estuvo sobre la mesa, después de que se haya confirmado la inhabilitación de la candidata opositora María Corina Machado. Estados Unidos espera que Lula utilice su influencia sobre el presidente venezolano, Nicolás Maduro, para que se celebren las elecciones en el país sudamericano.
Elogios a Biden
En el encuentro, Lula reiteró su invitación para que el presidente Joe Biden visite Brasil, un viaje complicado por ser este un año electoral en Estados Unidos. Según el comunicado de la presidencia brasileña, Lula expresó su "agradecimiento" a Biden "por su postura en defensa de la democracia y por las medidas que ha adoptado a favor de los trabajadores estadounidenses". Blinken, por su parte, "felicitó a Brasil por la aprobación de la reforma tributaria, la recuperación de las políticas sociales y la responsabilidad fiscal".
Según el canal GloboNews, Lula preguntó sobre las expectativas de cara a los comicios en Estados Unidos, en los que se anticipa una revancha entre Biden y su antecesor republicano Donald Trump. Blinken le respondió que las elecciones, como ocurre históricamente en EE.UU., se definirán en un puñado de estados clave con alta proporción de votantes independientes.
La cumbre del G20
Después de reunirse con el presidente de Brasil Blinken embarcó para Río de Janeiro, donde tiene lugar la reunión de cancilleres del G20, en un contexto mundial marcado por la guerra de Ucrania y el conflicto en Gaza. Blinken participa en la reunión, así como el ruso Serguei Lavrov. Mientras no se espera un encuentro entre ambos, Lavrov se reuniría el jueves con Lula en Brasilia. En la antesala del arranque de la cita en Río, el canciller ruso conversó con sus pares de Brasil, Mauro Vieira, y de México, Alicia Bárcena.
Aunque Lula describe el G20 de las principales economías como el "foro con la mayor capacidad para influir positivamente en la agenda internacional", las divisiones entre sus miembros se acentúan. Más de cuatro meses después de que Israel lanzara una ofensiva en la Franja de Gaza, en respuesta a un ataque del movimiento islamista Hamas, nada indica que se esté cerca del fin del conflicto. Estados Unidos vetó el martes una nueva resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que pedía un alto el fuego inmediato.
Tensión por el caso Navalny
Tampoco hay optimismo en el horizonte para la guerra en Ucrania, a punto de entrar en su tercer año. Pese al intento de Occidente de condenar la invasión del presidente ruso Vladimir Putin, la última cumbre del G20 celebrada en septiembre en Nueva Delhi se saldó con un vago comunicado que denunciaba el uso de la fuerza pero no citaba a Rusia, que mantiene relaciones cordiales con miembros como Brasil e India.
Las tensiones con Rusia se acentuaron tras la muerte en prisión del opositor Alexei Navalny, anunciada el viernes. Las potencias occidentales responsabilizaron de ella a Putin y Estados Unidos anunció que adoptaría un "importante paquete de sanciones" contra Rusia. "Nadie debe dudar de la naturaleza opresiva del sistema ruso", dijo el canciller británico, David Cameron, citado el miércoles en un comunicado.
"Apagando fuegos"
El G20, que se celebra frente al mar en Río, abordará también una reforma de los entes de gobernanza global, como la ONU y el FMI, un asunto defendido por Brasil que pide un mayor peso para los países del Sur global. "El número y la gravedad de conflictos volvió al nivel de la Guerra Fría. Esto hace (la reforma) más urgente", dijo el martes Mauricio Lyrio, "sherpa" brasileño del G20 para Brasil. Lyrio lamentó que por ahora el mundo se limite a "apagar fuegos".
Brasil también hizo de la lucha contra el hambre y la acción internacional contra el cambio climático prioridades de su presidencia. Una fuente del gobierno brasileño explicó que, tras los últimos disensos, la presidencia decidió que ya no será necesario alcanzar un comunicado conjunto en cada cita, con la excepción de la cumbre de líderes del G20, que se celebrará en Río en noviembre.