(Desde Córdoba)
A sala casi llena, con integrantes de organizaciones de derechos humanos, comenzó este miércoles el juicio número 14 por delitos de lesa humanidad en Córdoba desde que se produjo el primero, en el invierno de 2008, contra el genocida Luciano Benjamín Menéndez; quien tuvo a su cargo el Area 311 que incluía diez provincias argentinas durante la última dictadura cívico-eclesiástico-militar.
El último juicio, el 13, transcurrió en marzo de 2023, cuando se juzgó a los represores de La Quinta de Guiñazú, un edificio rural que fue el último campo de concentración que funcionó en Córdoba tras el cierre del Campo de La Ribera y La Perla.
En el flamante proceso se comenzó a juzgar a los represores que secuestraron, torturaron y desaparecieron a siete víctimas y torturaron a otras seis, entre las que hubo una nena que sólo tenía 10 años de edad. También se juzga a funcionarios judiciales y de la Casa Cuna que fueron cómplices en la apropiación y sustracción de la identidad de la nieta 107 recuperada por las Abuelas de Plaza de Mayo en Córdoba.
El tribunal Oral Federal 2, presidido por Julián Falcucci e integrado por María Noel Costa y José Fabián Asís, escuchará los testimonios contra los represores del D2 (Departamento de Informaciones de la dictadura) Mirta “Cuca” Antón, Carlos “Tucán” Yanicelli, Yamil Jabour, Juan Eduardo Molina --quien ya se declaró inocente en la primera audiencia-- y Raúl Alejandro Contrera. También los civiles Ana María Rigutto de Oliva Otero, exfuncionaria judicial, y Adela María González, quienes facilitaron la apropiación de la bebé que la prisionera María de las Mercedes Moreno parió el 11 de octubre de 1978 en la Maternidad Provincial, la “nieta 107” encontrada por Abuelas de Plaza de Mayo, y que es parte de las 14 víctimas de este juicio.
Los delitos se cometieron en el período que fue desde septiembre de 1978 a agosto de 1979.
Por la naturaleza de los crímenes, y para entender mejor este juicio, del expediente surge que hay un grupo de cinco mujeres de expresos comunes que fueron secuestradas, torturadas y encarceladas por “hacer de correo” entre los presos políticos y sus familias. Dentro de la UP1, la Cárcel de San Martín, los prisioneros políticos pidieron ayuda a los presos comunes que recibían la visita de sus compañeras, para dar señales de vida a los suyos. Así, Teresa Luisa Peralta, Marta Nélida Funes (y su hijita Marta de 10 años), Delfina Lidia Peñaloza, María de las Mercedes Moreno (embarazada de 7 meses) y María Lidia Piotti (esposa de un preso político que sobrevivió, Cecilio Salguero), fueron víctimas del D2, padecieron torturas, vejaciones, amenazas sobre sus hijos y hasta prisión durante años.
Derecho a la verdad y sentencia post mortem
Otro núcleo de víctimas del juicio es el grupo de “los cinco”, Luis Enrique Rosales, Carlos Alberto Franco, Roberto Maldonado, Olga del Carmen Molina y José Manuel Ochuza, secuestrados el martes 12 de junio de 1979, torturados en el D2, asesinados y luego desaparecidos.
Los fiscales Facundo Trotta y Carlos Gonella encuadraron este crimen en lo que llamaron "derecho a la Verdad", ya que todos los victimarios están muertos. “A la fecha, los responsables de los ilícitos cometidos en contra de las víctimas y que fueran individualizados (en 2013) se encuentran fallecidos. No obstante es preciso resaltar que es un derecho de las víctimas, sus familiares y la sociedad toda que en un juicio oral la Justicia se pronuncie sobre la existencia del delito” y su condena.
En el siguiente crimen que se juzga, el testimonio de Carlos Alberto “Charlie” Moore, será fundamental. El preso que sobrevivió seis años en la D2, huyó a Brasil y redactó lo que se constituyó en un corpus de acusación ineludible en todos los juicios incluyendo el de Videla-Menéndez de 2010, es la fuente para dilucidar lo que les ocurrió a Juan Carlos Bazán y a su primo Elías Humberto Ríos cuando los encerraron en la D2.
Bazán era empleado bancario y conocido de los derrocados gobernador y vice Ricardo Obregón Cano y Atilio López (al mando provincial del 25 de mayo de 1973 al 18 de febrero de 1974). Charlie Moore describió los tormentos a los que fueron sometidos el bancario y su primo Elías Humberto Ríos a partir del secuestro del 8 de agosto de 1979; sus asesinatos y la desaparición de sus restos a manos de los represores que comandaban Menéndez y su entonces súbdito, el teniente coronel Héctor Hugo Lorenzo Chilo, quien aparece en la causa.
Testigo ineludible de todos los que pasaron por el D2 al lado de la Catedral cordobesa, “Charlie” Moore murió en Inglaterra donde estaba exiliado, el 11 de octubre de 2017. Su declaración redactada el 14 de noviembre de 1980 en Brasil ante el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, y a sólo dos días de su fuga, sigue en pie.
La mamá de la Nieta 107
El extenso, irreparable daño que se le produjo a María de las Mercedes Moreno, quien murió el 4 de mayo de 2023 sin poder abrazar a su hija robada y apropiada con complicidad de la justicia cordobesa, será quizás lo más distintivo de este juicio: el crimen que lo nombre y distinga dentro de la historia de estos 14 procesos contra la dictadura en Córdoba.
En el banquillo de los acusados figuran apenas dos mujeres en la veintena de personas, entre represores, médicos, asistentes sociales y funcionarios judiciales que la despojaron de la beba que parió, esposada a la cama de la Maternidad Provincial, el 11 de octubre de 1978. Todos murieron impunes. Sólo comparecerán una empleada judicial, Ana María Rigutto de Oliva Otero y la falsa declarante Adela María González.
María de las Mercedes Moreno era compañera de un preso común, y era mamá de otros cuatro hijos. Cuando la secuestraron “por hacer de correo” el 26 de septiembre de 1978 estaba embarazada de siete meses. Tras parir, la mantuvieron detenida en la D2 de la calle Mariano Moreno y luego la encerraron en la Cárcel de Mujeres El Buen Pastor, hasta el 6 de abril de 1979. Y si bien su hermana visitaba a la beba que permanecía en La Casa Cuna a pesar de tener familiares que podían cuidarla, la nena fue entregada en guarda a Laura Caligaris y Osvaldo Roger Agüero, que la anotaron como propia con la complicidad judicial. El paso de la bebé por la Casa Cuna tiene contacto con el nieto de Sonia Torres, la titular de Abuelas Córdoba lo buscó hasta el fin de sus días.
Desde entonces, la vida de Mercedes Moreno estuvo signada por el intento de recuperar a su hija, para lo cual solicitó la ayuda de Abuelas filial Córdoba, que la acompañó, contuvo y logró realizar las pruebas de ADN que corroboraron la filiación. Así, el 9 de octubre de 2012 se anunció la aparición de la nieta 107, la única cuya madre biológica aún estaba viva. En ese momento, la joven pidió “un tiempo para hacerse a la idea”. El tiempo fue pasando. Y la vida. El lazo madre-hija nunca logró rehacerse. Ya con 45 años, la hija de Mercedes Moreno es una de las 14 víctimas de este juicio que continuará el viernes 1 de marzo desde las nueve y media de la mañana en Tribunales Federales del Parque Sarmiento en la capital cordobesa, y se podrá seguir en diferido por internet en el canal de youtube del TOF2 Córdoba.