El mundo del fútbol argentino está de luto tras la muerte de Gustavo Raggio, exjugador y director técnico. A los 52 años, Raggio perdió la vida a causa de una pulmonía bilateral, dejando un legado imborrable en el deporte que amaba.
Con una destacada carrera tanto en el terreno de juego como desde la dirección técnica, Raggio dejó una huella indeleble en cada equipo que representó. Como futbolista, se destacó en Newell’s Old Boys, donde alcanzó la gloria al consagrarse campeón del Clausura de 1992. Es recordado igualmente su paso por Quilmes, donde contribuyó al ascenso a Primera División en 2003.
Como director técnico, Raggio continuó su legado, guiando a jóvenes talentos y equipos a lo largo y ancho del país. Inició su carrera en las inferiores de Newell’s Old Boys y luego dirigió a equipos como 9 de Julio de Arequito, Sportivo Las Parejas, Cipolletti y Douglas Haig de Pergamino, entre otros. Su última etapa como entrenador lo llevó a Estudiantes de Río Cuarto, en Córdoba, donde asumió el desafío con profesionalismo y entrega hasta el último momento.
La noticia de su muerte fue confirmada por Estudiantes de Río Cuarto, club al que había llegado a principios de enero para tomar las riendas del equipo. En un comunicado oficial, la institución expresó su profundo pesar y envió sus condolencias a la familia, amigos y allegados de Raggio, recordándolo como un hombre de gran trayectoria y compromiso con el fútbol.