Como una forma de tomar aire, de probar las armas ante el propio público, este sábado 24 a las 21 Sandra Rehder y Xavi Amoretti se presentarán en Bargoglio (Bacacay 2414) con el material que luego llevarán de gira por Suiza. Al dúo se sumará como invitado Hernán Romero y los bailarines Virginia Cutillo y Juan Cantone. El conjunto del espectáculo serán tangos, valses y milongas de Anselmo Aieta, Barbieri, Canaro, Di Sarli, Fresedo, Manzi y Gardel, además de algún tema con versos de la propia cantante y música de su coterráneo Rubén Martínez.
Aterrizada en Buenos Aires, la cantante y poeta no puede evitar tocar la situación actual del país. “Desde afuera se ve bastante escandaloso, es gente peligrosa y un poco antipatria, por así decirlo”, comenta Sandra Rehder y su opinión, afilada, no pasa por lo musical. La mendocina vive en Barcelona hace más de dos décadas pero sigue los acontecimientos en la Argentina por la prensa y las redes sociales. Su comparación con la realidad española es muy dura: “acá encontré una inflación descomunal, con precios igual o hasta más caros que en Barcelona, pero allí la gente gana cuatro veces más, como mínimo”.
Barcelona, además, fue muy generosa con ella, cuenta. En la emblemática ciudad “hay una movida interesante de tango” –el viernes pasado, por ejemplo, empezó un festival- tanto para la danza como para la escucha. “Hay muchos bailarines y DJs que llevan años trabajando y músicos que están como yo también hace tiempo, yo edité mis nueve discos en Barcelona, trabajé mucho para formar el público que tengo, que es maravilloso y muy fiel”, cuenta. Tiene, con todo, las dificultades de cualquier circuito, porque también allá aún sufren las consecuencias de la degradación fruto de la pandemia. “A veces las estructuras no son tan favorables porque no se apuesta a la cultura tanto como se debería, pero también estoy muy agradecida por lo que la ciudad siempre me permitió hacer”, señala. “Cadícamo dijo que Barcelona era, después de Buenos Aires y París, la tercera patria del tango”.
Mientras tanto, Rehder prepara su décima placa, que vendrá, por fin, con aires cuyanos, de la mano de Bernardo Ríos y Maciel Heredia. Eso, por los estudios de grabación, porque también anticipa un espectáculo dedicado a Julio Cortázar junto a Cutillo y Cantone, por ejemplo.
Lo de Bargoglio, mientras tanto, será “una propuesta de tango muy guitarrística y muy tradicional con grandes obras y algunas joyitas que no son tan escuchadas”, anticipa la cantante a Página/12. “Es un repertorio de tangos del 24 al 50, con muchos tangos camperos, pero como siempre me gusta mostrar algo propio, también haremos una milonga con letra mía. Sobre Romero, el guitarrista invitado, Rehder cuenta que es amigo suyo desde su temprana juventud, y que lo conoció ya apasionado por el flamenco, género que fue cultivando con los años.
Sobre sus propios temas, cuenta que “hace tiempo escribo”. Y aunque no todos sus versos llegan al estudio de grabación, en sus discos hay letras musicalizadas por Pablo Mainetti, Cecilia Zavala, Bernardo Ríos y Rubén Martínez –con quien ganó una convocatoria de músicas populares del SGAE (análogo español de Sadaic)-, entre otra gente de Brasil, Rumania y Suiza. “Ahora preparo mi tercer libro de poesías, que tiene también mucha prosa, y estoy trabajando en una letra nueva”, revela. Para atisbar algo del mundo interior de esta mendocina, sin embargo, hay que acercarse a Bargoglio, en el barrio de Flores. Un rincón que, afortunadamente, queda bastante más cerca que Suiza.