Dos de los gobernadores peronistas que cantaron victoria el domingo, el tucumano Juan Manzur y el sanjuanino Sergio Uñac, se mostraron juntos ayer en una señal dirigida a la reorganización interna del PJ en la que esperan que los gobernadores tengan un rol decisivo. “Estamos reunidos con Sergio Uñac para trabajar juntos. Nos preocupa una Argentina más federal, inclusiva, en la que ningún argentino quede afuera”, escribió Manzur en las redes sociales junto a la imagen del encuentro en Tucumán.
La idea original era que los gobernadores del peronismo se reunieran esta semana, probablemente en el Consejo Federal de Inversiones, para consensuar una postura común en la discusión con el Gobierno respecto a la reforma impositiva y al reparto de fondos coparticipables. Pero la derrotas, en algunos casos sorpresiva, que sufrieron varios de ellos –en Salta, Chaco, La Rioja, Córdoba, Entre Ríos y Tierra del Fuego– suspendió por ahora el encuentro a la espera de la reorganización interna. Por ejemplo, el salteño Juan Manuel Urtubey, quien imaginaba lanzarse a la presidencia esta semana, pidió la renuncia a todo su gabinete y ayer incluso renunció él a la presidencia del PJ salteño, pero no se la aceptaron.
Por eso Manzur y Uñac aprovecharon para ocupar el centro de la escena y mostrarse como las caras del “peronismo que viene”, según definieron en su entorno, dado que fueron los que más votos sacaron en la provincias que gobierna el PJ. “Trabajamos para que no se afecte los fondos de coparticipación y ningún sanjuanino o tucumano reciba menos que un bonaerense”, aseguraron, en la pelea que se viene.
En una entrevista, ayer, Uñac planteó que la renovación del PJ debe pasaron por la liga de gobernadores. Cuando le plantearon que la opositora que había recibido más votos fue Cristina Kirchner respondió: “No es una cuestión de votos. Se trata de interpretar a la sociedad y de presentar nuevos liderazgos”.