“E” existe y se llama Lucas, tiene 19 años y mucho miedo. La primera semana de septiembre dialogaron con él los abogados Carlos “Chuzo” González Quintana (APDH) y Fernando Cabaleiro (Naturaleza de Derechos), quienes habían presentado una cautelar ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) por la represión contra la comunidad mapuche.
Los letrados recolectaron distintos testimonios para reconstruir lo que ocurrió el 31 de julio y 1º de agosto entre la Gendarmería y los miembros de la Pu Lof en Resistencia en Cushamen, y en la ampliación de la denuncia ante la CIDH aportaron cuatro testimonios informales, de dos mujeres y dos hombres. Dos de ellos solicitaron reserva absoluta de su identidad, por lo cual los identificaron a cada uno con una letra, y así fue que surgió el “Testigo E”. Durante la represión de enero a un pariente de E le rompieron la mandíbula y a otro el tímpano. Al testigo mapuche Matías Santana, con la letra B para la CIDH, lo desacreditaron luego de declarar y durante el operativo del 18 de septiembre, con 400 efectivos y miembros de GEOP que casi los balean, estuvo precintado en el suelo durante doce horas. Eran tres a quienes los uniformados acusaban de terroristas, entre ellos estaba E. A pesar de todo esto, estaba dispuesto a declarar pero ese día el juez Guido Otranto suspendió la audiencia para ir a encabezar el tercer allanamiento a la Pu Lof en Resistencia Cushamen. Cuando Lleral llegó se hizo cargo del expediente trató de revertir la desconfianza de los mapuches surgida por el hostigamiento que vienen padeciendo, desde que ocuparon el territorio, en 2015. En su visita les dijo que pretendía obtener más testimonios. Las voceras le explicaron que no tenían garantías, y el juez les respondió “yo tampoco”. Ante esto, los investigadores que saben de su existencia comprenden las razones por las cuales aún no declaró en la causa. Lucas fue la última persona que vio con vida a Santiago Maldonado, en medio de las balas de los gendarmes cuando juntos intentaron cruzar el río Chubut, y su relato fue publicado por PáginaI12 en exclusiva el 18 de septiembre.