“No hay receta para ganar los clásicos, lo principal es la concentración y saber lo que está en juego”, aseveró Miguel Russo, el técnico de Central que nunca perdió un clásico. Su figura inspira a los jugadores y es la principal causa de la expectativa que rodea a los canayas cada vez que enfrente está Newell’s. “Ante el clásico nuestro mayor respeto, pero hay que ir a jugar y nada más”, apuntó el entrenador auriazul. Ayer Russo no hizo fútbol y dejo abierta las especulaciones sobre los cambios en el equipo, principalmente en mitad de cancha.
Russo ganó seis clásicos. Su imagen está asociada al éxito contra Newell’s desde 1997. Nunca perdió. Y esa sensación de invulnerabilidad es la que contagia confianza en Arroyito, aunque el entrenador intente relativizar su protagónico. “No hay nada raro, hay que ir y jugar. Tomamos la semana con mucha tranquildad, sabiendo lo que se juega y lo que significa el clásico. La clave es la concentración en el partido”, analizó ayer Russo. “En estos días expresamos todo lo que sentimos, somos francos y frontales, no hay nada especial. Son clásicos y nuestro mayor respeto, pero sabemos lo que buscamos nosotros y eso no cambia para nada. El hecho de que tengamos disponibilidad de todos los jugadores es bueno. El clásico es importante, pero lo importante es competir”, agregó Russo.
La lluvia que cayó en la ciudad impidió la realización de la práctica de fútbol en Arroyo Seco. No hubo práctica y sin ensayo crece la posibilidad de que el único cambio sea el de Mauricio Martínez por Elías Ocampo. La segunda variante podría ser para el ingreso de Jaminton Campaz o Maximiliano Lovera por Tobías Cervera. “Hablamos mucho, tanto con los más chicos como con los grandes, pero no es sólo por un partido. Tenemos triple competencia este año y hay que pensar todo”, resaltó Russo.
Pero sobre su invicto ante Newell’s fue más evasivo: “No pienso en todo lo que pasó, sino en el que viene. De pronto en la semana uno tiene que tomar todo con mucha tranquilidad, pero del lado de Central. Buscamos esa tranquilidad. No busco cosas extras ni nada de eso. Cada uno lo expresa de la manera que prefiere. No pienso en los clásicos que pasaron sino en el que viene”.
“Empezamos tarde a jugar porque habíamos terminado tarde el año (22 de diciembre el último partido), pero nos vamos acomodando. Es la primera semana larga, desde fines de noviembre pasado, que tenemos. Nos vamos poniendo a tono. Hay cosas que llevan su tiempo necesario, no nos quejamos, pero lo venimos resolviendo de la mejor forma”, valoró Russo. "Hay chicos que estuvieron en un proceso anterior al mío sin jugar en Primera y después arrancaron y no pararon más. No tengo apuros con los chicos. Tienen la ayuda de todos y hay que llevarlos despacio. Es un momento ideal para seguir creciendo. Los vamos llevando de menor a mayor. Se desarrollan y aprenden día a día. Si pensamos que todo se logra de la noche a la mañana nos equivocamos. Hay que tener la calma para ver los procesos de crecimiento, a nivel humano y futbolístico”, añadió el técnico canaya.
Por último Russo se refirió a la ausencia en Newell's Ever Banega, a quien hizo debutar en Boca en 2006, en un equipo que luego obtuvo la Copa Libertadores. "Lo conozco a Ever, es un jugador distinto, pero nada más que eso. No busco otro tipo de evaluaciones. Para mí es importante haberlo hecho debutar y ver la carrera que tuvo".