El Gobierno bonaerense está prestándole atención a varios frentes abiertos por políticas que vienen de la Casa Rosada. Es público: el Presidente Javier Milei mencionó especialmente a Axel Kicillof en su declaración de guerra contra los gobernadores que salieron en apoyo pluripartipartidario del chubutense Ignacio Torres por la deuda nacional que reclama. También son públicos los choques por el recorte en las transferencias, la pérdida de impuestos por la crisis, el parate nacional a las obras públicas en la Provincia, el costo de los transportes y el tarifazo en los servicios. Y todavía en sordina, pero con mucha atención, los funcionarios están comenzando a observar otro escenario más, el de la seguridad y el de la campaña oficial en redes, en modo abierto y en modo anónimo.
“No minimizamos ningún hecho delictivo, sobre todo cuando se trata de la vida y la muerte, pero las políticas del Gobierno nacional van a hacer que aumente la desarticulación social, y si empeora la cifra de delitos, aunque por supuesto vamos a trabajar para que no suceda, encima los usarán para hacer campaña negativa”, dijo uno de los funcionarios consultados, que pidió reserva de su nombre. Y agregó: “Justo cuando nuestros números vienen mejorando, y lo digo citando al procurador Julio Conte Grand, que no fue designado precisamente por Axel”.
Conte Grand fue designado por María Eugenia Vidal. La alusión se refiere a los informes anuales de la Procuración. El delito que se toma como medida es el homicidio doloso. El intencional. Y la medida mundial comparable es cantidad de asesinatos cada 100 mil habitantes. Los criminólogos lo eligen por confiabilidad estadística. No hay necesidad de denuncia policial. En estos casos la Justicia actúa siempre, y deja registro. Y por más graves que sean los delitos contra la propiedad, empezando por el robo de celulares, baterías o bicicletas, nada supera a la supresión de la vida.
“Voy a pueblitos del interior y me dicen que están preocupados por la inseguridad, y cuando pregunto resulta que lo último que pasó en ese año es que se robaron una garrafa”, dijo otro de los funcionarios consultados. “Quieren instalar que somos el país más peligroso de América Latina y que el peligro mayor está en la provincia de Buenos Aires, y como lo reproducen los grandes medios y las redes del gobierno o de los libertarios el tema se va instalando.”
Todavía no están las estadísticas correspondientes a 2023. Sobre 2022, la Procuración informó que en la Provincia se habían registrado una tasa de 4,3 homicidios dolosos cada 100 mil habitantes. La tendencia es a la baja: de un 6 en 2018 se pasó a un 5,5 en 2019, 5,4 en 2020, 4,7 en 2021 y ese 4,3 del 2022. De punta a punta la disminución fue del 27,1 por ciento. De año a año, entre 2021 y 2022, bajó un 10,2 por ciento.
El temor de los funcionarios frente a la crisis no es casual. En 2001 el porcentaje fue de 12 homicidios intencionales cada 100 mil. Y en 2002 se registró el mayor porcentaje: nada menos que 14, es decir más de tres veces la cifra actual. Luego bajó. Antes del declive de los últimos tiempos, el punto más alto fue hace diez años, con 9,5 asesinatos intencionales cada 100 mil.
No todos los homicidios fueron cometidos para robar. La estadística incluye los llamados “conflictos interpersonales” (matar dentro de la familia, homicidio entre vecinos, ajustes de cuentas), que habitualmente superan como causa de asesinato al robo.
Una de las fuentes que utiizan los criminólogos es el indicador de homicidios dolosos de la Oficina de las Naciones Unidas para las Drogas y el Crimen. En 2016, Brasil registraba 29,59 cada 100 mil. Uruguay, 7,82. La Argentina, 6,01. Los Estados Unidos, 5,32. Chile, 3,43 por ciento. En 2021, la última medición comparativa de la Oficina, las cifras habían cambiado. Uruguay se había elevado a 8,90. Los Estados Unidos habían ascendido a 6,81. La Argentina mostraba una baja hasta el 4,62 y Chile seguía parejo, con un 3,63 por ciento.
Para hallar un punto de comparación, la media mexicana en diciembre de 2023 fue de 122 homicidios dolosos cada 100 mil habitantes, con picos en distintos Estados de 445 y 336. La capital tuvo 55. La tasa más baja estuvo en Yucatán, con 9. El doble que en la Provincia. Los datos surgieron del gobierno de Puebla como prólogo a una de las conferencias de prensa matinales que da todos los días el propio presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador. Ocurrió el 19 de febrero último y la exposición de los poblanos incluyó gráficos para que los vieran los periodistas. La intención aparente fue indicar, ante esos números, cuántos efectivos están desplegando el Estado central y los Estados federales. El escenario fue el hangar de una fábrica aeronáutica en Puebla. México nunca revirtió la decisión de involucrar a las Fuerzas Armadas en la seguridad interna, uno de los sueños de Javier Milei y Patricia Bullrich.
Bullrich viene haciendo un juego en paralelo.
Por un lado acordó colaboración con el ministro de Seguridad de la Provincia, Javier Alonso, que integraba el equipo de Sergio Berni y quedó a cargo en el segundo mandato de Kicillof. También, por supuesto, convirtió esa colaboración en propaganda política. El posteo más reciente en X sobre un hecho concreto muestra una casa desarrapada y dice: "Hasta este bunker en La Matanza llegó la PFA (Policía Federal Argentina) luego de recibir la denuncia. Investigaron, allanaron, detuvieron a 3 narcos e incautaron paco y marihuana. Quienes venden al menudeo son parte de una cadena más larga que hay que investigar para lograr una Argentina libre de droga". No hay información en la cuenta de la ministra sobre cuántas cadenas fueron desmanteladas a nivel de sus jefes y financistas.
Por otro lado, Bullrich es la herramienta del Gobierno nacional para mostrar un panorama irreal de la Argentina, como si fuera el mayor paraíso del crimen y los asesinatos, y luego oponerle a esa descripción irreal el imaginario de un Ministerio de Seguridad y un Presidente decididos a terminar con la catástrofe. El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, suele cuestionar a los europeos cuando lo critican por su política de seguridad. Les que si tuviera el índice bajo de homicidios del Reino Unido actuaría de otra manera, pero que lamentablemente afronta un desafío distinto. Bukele dice que la situación del crimen en El Salvador era, antes de su estrategia dura, la peor del mundo. Y él mismo salió a replicar que la situación argentina no tiene nada que ver con la salvadoreña.
Sin embargo, Bullrich insiste en asimilar la Argentina a El Salvador. No es un gesto ingenuo. Lo hace pegándose a Bukele en las redes. "Queremos seguir el modelo que ustedes están llevando adelante", dice un posteo suyo que la muestra frente a Bukele. "Haber bajado la criminalidad como la bajaron y todavía soportar las críticas después de haber salvado millones y millones de vidas la verdad que es increíble, así que queremos trabajar y ver lo que han hecho porque nosotros estamos haciendo mucho esfuerzo y queremos llegar a ese lugar", completa en el video. Y un texto añade: "De una masacre diaria y un país controlado por las maras (bandas criminales) a una sociedad donde se cuida la vida. Una experiencia donde se cuida a la gente y el delincuente no es bienvenido. ¡Hacia allí vamos!".
En Washington, el jueves, la ministra habló en el foro de la Comisión de Seguridad Hemisférica de la Organización de los Estados Americanos.
También se hizo tiempo en la capital de los Estados Unidos para disertar en la CPAC sobre "la nueva gestión que lleva adelante el Presidente Milei", porque "todos preguntan, todos lo conocen y todos cree que él finalmente podrá liberar todo el potencial de nuestro país". La CPAC es la sigla en inglés de la Conferencia de Acción Política Conservadora. Milei y Bukele participarán del encuentro. "Es importante que ellos puedan enviar un mensaje anticomunista y antiizquierdista" a los latinos con derecho a voto en los Estados Unidos, acaba de declarar a Telemundo Mercedes Schlapp, investigadora de la Fundación de la CPAC, porque "los latinos son naturalmente conservadores" y se mueven por los valores de "fe, familia y patria".