En el cierre de la décimo segunda fecha del torneo de Primera División, Lanús venció anoche a Gimnasia, ratificó su remontada y con 22 puntos se prendió en el lote de perseguidores del líder Estudiantes.
Desde el minuto inicial quedaron claras las apuestas de ambos equipos. El local desempolvó las virtudes que lo llevaron al campeonato en el primer semestre: control de la pelota, movilidad, triangulaciones. Aunque ayer extrañó a Miguel Almirón, ausente porque Lanús tiene avanzadas las negociaciones para que el volante paraguayo pase al Atlanta United que dirige Gerardo Martino. Por su parte, la visita puso dos torres como centrodelanteros y ellos, Rasic y Vegetti, concentraron los intentos de desnivelar.
Ambos llevaron peligro. Las más claras del Granate fueron un remate de larga distancia de Barrientos y un derechazo cruzado de Silva, tras un error de la última línea platense. El Lobo tuvo tres chances. La primera la desperdició Rasic, la segunda la resolvió bien Monetti ante Faravelli y la restante quedó en la nada por la mala pegada de Vegetti. Esa paridad en las llegadas se quebró hacia el final de la primera etapa, cuando Sand sacó rédito de la habilitación de taco de Silva y puso el 1-0.
Luego de un entretiempo que duró media hora por un corte de luz, Gimnasia salió a buscar el empate, que tuvo en un cabezazo de Rasic que dio en la base del poste derecho. Los riesgos que tomó el Lobo y el buen juego del Granate hicieron entretenido el encuentro, que el dueño de casa se llevó por la mínima diferencia en el marcador y en el trámite.