El expresidente Donald Trump derrotó a su rival republicana Nikki Haley en las primarias del estado de Carolina del Sur y se acercó un poco más a un posible duelo con el presidente demócrata Joe Biden en las elecciones de noviembre en Estados Unidos. La derrota del sábado fue especialmente dura para Haley, quien encarna el ala moderada del partido republicano, ya que se produjo en su estado natal y del que fue gobernadora durante seis años. Haley, sin embargo, no piensa darse por vencida y este domingo volvió a pedir fondos para financiar su campaña.
"Joe, estás despedido"
Señal de que el expresidente ya no considera a Haley como una amenaza, Trump no la mencionó en su discurso de victoria, en el que prefirió apuntar al actual inquilino de la Casa Blanca. "Estaremos aquí el 5 de noviembre y miraremos a Joe Biden, lo miraremos directamente a los ojos, está destruyendo nuestro país, y diremos: Joe, estás despedido. Vete", dijo Trump entre aplausos en la capital del estado, Columbia.
Como en las primarias previas, cuyo objetivo es designar al candidato republicano para los comicios, el expresidente fue implacable. Trump venció en prácticamente todos los condados del estado a excepción de las dos ciudades más grandes, la capital Columbia y la costera Charleston. Incluso en el condado de Bamberg, el pueblo natal de Haley, la victoria fue para Trump. Estos resultados dieron, con leves diferencias, un 60 por ciento de los votos a Trump y un 40 por ciento a Haley.
Los resultados finales de Carolina del Sur dieron 47 delegados a Trump y solo 3 a Haley, de manera que hasta el momento la diferencia es de 110 delegados contra 20, y los medios recordaron este domingo que Haley jugaba en teoría en terreno favorito en Carolina del Sur (donde no solo nació y creció, sino que fue gobernadora de 2011 y a 2017).
En los próximos estados, según coinciden casi todos los medios, el electorado republicano se muestra mucho más favorable a Trump, y Haley solo podría confiar en aquellos estados donde la legislación permite que voten personas ajenas al partido republicano, como pasó el sábado en Carolina del Sur.
Haley no se baja
El magnate espera obligar a su exembajadora en la ONU a tirar la toalla, como hicieron sus otros rivales, para centrarse en Biden, candidato a la reelección. Biden reaccionó al resultado de Carolina del Sur con una breve declaración escrita en la que advirtió a los estadounidenses de "la amenaza que Donald Trump supone" para el futuro, mientras el país "lidia con el daño que dejó tras de sí".
"Estados Unidos cree en defender nuestra democracia, luchar por nuestras libertades personales y construir una economía que brinde a todos una oportunidad justa", afirmó el mandatario demócrata. Acto seguido hizo un llamado a los republicanos, demócratas e independientes "que comparten nuestro compromiso con los valores fundamentales de nuestra nación" a que se unan.
"Todos los días recordamos la amenaza que Trump representa para nuestro futuro mientras los estadounidenses lidiamos con el daño que dejó", afirmó Biden al señalar que el republicano se jacta de ser el responsable de que se haya revocado la ley que permitía el aborto desde hace 50 años en el país. El presidente dijo que esa decisión de la Corte Suprema de EE.UU. abrió la puerta a la prohibición del aborto a las seis semanas, a sanciones penales para los médicos y, ahora, a la negación de tratamientos de fertilidad a familias que buscan desesperadamente tener hijos.
Por su parte Haley, de 52 años, dijo que seguirá dando pelea. "Dije a principios de esta semana que, sin importar lo que suceda en Carolina del Sur, seguiría postulándome... Soy una mujer de palabra", afirmó tras conocer su derrota. "No voy a renunciar a esta lucha cuando la mayoría de los estadounidenses desaprueba tanto a Donald Trump como a Joe Biden", agregó la precandidata, quien reiteró su premisa de campaña: "No sobreviviremos cuatro años más al caos de Trump".
Este domingo Haley volvió a pedir fondos a sus simpatizantes para poder financiar la carrera por las primarias. "Necesito tu ayuda para financiar mi batalla. ¿Puedes enviar una generosa donación hoy para ayudarme a pagar este próximo tramo crítico?", reza el mensaje de texto enviado por Haley, e insiste en que sigue viendo "frustración" en el estado y en todo el país, y que Estados Unidos "se romperá si tomamos las decisiones equivocadas".
Poco más tarde sus estrategas de campaña pusieron en venta una remeras con un lema muy simple: "No fear" (Sin miedo) y en las mangas el nombre de la candidata y la bandera nacional. "En América tenemos elecciones, no coronaciones", dijo Haley en ese mensaje, en referencia a todas las voces que le piden abandonar la carrera ante la certeza casi absoluta de que Donald Trump la ganará con una gran diferencia.
Pero los analistas ven que Haley quiere seguir en la lucha sobre todo ante la posibilidad de que Trump se vea perjudicado por sus problemas legales u otras circunstancias como problemas de salud. "Haley sigue en carrera por la posibilidad de una condena de Trump, no de una victoria", dijo a la agencia AFP Julian Zelizer, profesor de historia y asuntos públicos en la Universidad de Princeton.
Trump, en tanto, abrió una nueva polémica al decir que sus problemas judiciales hacen que los afroestadounidenses simpaticen con su candidatura. "A los negros les gusto porque les hicieron mucho daño y fueron discriminados, y de hecho me ven como si me estuvieran discriminando a mí", dijo Trump. Haley consideró "repugnantes" los comentarios.
"Es repugnante. Pero eso es lo que pasa cuando se sale del teleprompter. Ese es el caos que se avecina con Donald Trump", afirmó la precandidata republicana. Los demócratas también se escandalizaron con el paralelismo entre los afroestadounidenses y la criminalidad. "Anoche en Carolina del Sur, Donald Trump subió al escenario para hacer comentarios vergonzosos y racistas que aprovechan el odio y la división que es lo peor de nosotros", expresó Biden.
Tercera victoria para Trump
Trump ya ganó las primarias en Iowa y en New Hampshire, mientras que Haley no ha ganado ninguna. Incluso en Nevada, donde Trump no se presentaba, la casilla más marcada por los electores no fue la suya sino la de quienes prefirieron a "ninguno de estos candidatos".
Después del sábado Trump y Haley volverán a enfrentarse el martes en el estado de Michigan. Los republicanos de Idaho y Misuri votarán el 2 de marzo y los de Dakota del Norte el 4, pero la fecha más importante del calendario político del año es el 5 de marzo, cuando se celebra el famoso Supermartes. Ese día, una quincena de estados, entre ellos Texas, California, Colorado y Virginia, acudirán a las urnas simultáneamente en una gran jornada electoral.
En teoría las primarias podrían durar hasta julio, pero el equipo de Trump prevé una victoria "a más tardar el 19 de marzo". Trump quiere proyectarse lo antes posible en su revancha contra Biden, antes de verse sumergido por una serie de acusaciones que lo obligarán a alternar los actos de campaña con los juzgados. El primer juicio penal a Trump empieza el 25 de marzo.
Incluso en el caso de que Trump se retirara, Haley no ganaría automáticamente el visto bueno de su partido. Vendría un proceso complejo, sin precedentes en los tiempos modernos, especialmente si un candidato sustituto no obtuviera el número necesario de delegados para la nominación. En tal caso, la elección del abanderado recaería en los dirigentes del partido republicano, muchos de los cuales desprecian a Haley por lo que consideran una traición a Trump, ya que fue su embajadora ante la ONU.
Para complicar las cosas a Haley, una nuera de Trump va camino a convertirse en copresidenta del Comité Nacional Republicano. Los partidarios y colaboradores del expresidente quieren sacar a Haley del camino mucho antes de la Convención Nacional Republicana de julio.