La gesta del próximo 8 de marzo, Día Internacional de las Mujeres, avanza con fuerza. Ya se hicieron dos asambleas preparatorias multitudinarias. El miércoles pasado, en la segunda, hubo diagnóstico de la situación económica y social que se vive en el país. La palabra unidad se escuchó en varias intervenciones como un imperativo: estar juntas y unidas frente al enemigo, un gobierno que desprecia a su pueblo y especialmente a mujeres y diversidades. El próximo miércoles se abordarán los puntos que faltan definir: las consignas con las que se marchará, el pliego de reivindicaciones que se leerá y hacia dónde se dirigirá la movilización, si a Plaza de Mayo o al Congreso Nacional.
El miércoles a las seis de la tarde, en el patio del Hotel Quagliaro de ATE, comenzó la segunda asamblea preparatoria. La apertura estuvo a cargo de Elsa Schvartzman de la Campaña por el derecho al aborto legal seguro y gratuito, quien recordó que el 19 de febrero de hace seis años --instalado como 19F Día de acción verde por el derecho al aborto-- se hizo el primer pañuelazo con el que se iniciaría la recta final hacia la aprobación de la ley de interrupción voluntaria del embarazo, 27619, la cual un proyecto de ley el oficialismo quiso derogar. Por eso llamó a no dar ni un paso atrás en los derechos. Invitó a hacer levantar los pañuelos verdes mientras una batucada le ponía energía y fuerza a una asamblea que la mantuvo durante tres horas.
"Está en juego la democracia"
Luego habló la jurista feminista Nelly Minyersky, quien planteó que con el gobierno actual “está en juego la democracia”. “Van por nosotras pero también por todo el pueblo argentino. Les pido que luchemos juntas, que no nos separen, que incorporemos cada vez más mujeres y hombres a esta lucha. Si no nos unimos no se va a salvar ninguna. Está en juego todo, el derecho a comer, a la vida, a un trabajo digno. Si no hay igualdad, no hay libertad. Defendamos todo lo logrado y vayamos por más”, dijo.
Además de Nelly, otras feministas históricas estuvieron presentes, como Nina Brugo, Martha Rosenberg, Mónica Tarducci, María José Lubertino, Liliana Hendel y Maria Elena Naddeo acompañadas de mujeres jóvenes que vienen tomando la posta de la lucha. Fue una asamblea masiva, transversal, con mujeres de todos los sectores: de movimientos sociales, docentes, de Inquilinos Agrupados, de universidades, de distintos partidos políticos, de ferrocarriles (que luchan contra la privatización), del sindicato de prensa (que luchan contra la privatización de los medios públicos), entre muchas otras pertenencias. También hubo mujeres sueltas. Es decir, una asamblea que mostró la pluralidad de luchas que hoy se están dando para enfrentar la avanzada neoliberal.
La crisis alimentaria
Muchas intervenciones hicieron eje en la crisis alimentaria y en la emergencia habitacional. Una mujer, que se presentó como Giselle, dijo que es importante recuperar la unidad que habíamos construido en la acción y los métodos de lucha. “Uno de los métodos es el paro, nosotras le hicimos el primer paro a Macri. El paro no solo es la herramienta, es un mensaje político. Por eso hay que reventar las calles el 8M. Sabemos que es difícil. Pero vamos a poder torcer el protocolo de Bullrich y copar las calles. Planteamos pelear por la soberanía sobre nuestros cuerpos, sobre nuestros territorios, para tirar abajo el DNU y por la soberanía económica y alimentaria. ¿De qué libertad nos hablan? Reventemos la calle. Ni un paso atrás”.
Una militante sindical de la CONADU planteó la necesidad de recuperar la potencia del paro. Aunque este es un tema que no se terminó de definir. Mientras algunas quieren solo movilización, otras plantean la necesidad de un paro en el que se sumen todos los sectores. Andrea D’ Atri, de Pan y rosas, dijo que tiene que ser una gran movilización unitaria y masiva. “Apostamos a que el movimiento de mujeres vuelva a liderar esta lucha. La emergencia alimentaria es desoladora, los salarios son una catástrofe, los y las docentes se preparan para un paro. El tarifazo es impagable. El déficit cero lo pagaron con la plata de los jubilados. Hay que unir todos los reclamos. La deuda es con nosotras y el pueblo. Abajo el acuerdo con el FMI. Convocamos a los sindicatos que hagan un paro general nacional. Es criminal. El hambre no espera”.
"Nos vemos en las calles"
“Por supuesto que hemos retrocedido”, dijo Flora de Nuevo Encuentro: “hoy estamos discutiendo cómo subir a un colectivo y que las ollas están vacías. El centro es la falta de morfi, la pobreza y reponer la agenda de cuidados”. También dijo que todas las fuerzas políticas tienen que forzar al gobierno a que se haga cargo de las consecuencias sociales de sus políticas. “Nos vemos en las calles”, cerró.
“Se escucharon fuertes repudios a las políticas de ajuste y de extrema crueldad que está llevando este gobierno, que afectan de manera particular a las mujeres, lesbianas, travestis y trans y sobre todo a las mujeres que están sosteniendo los hogares frente a los aumentos de precios totalmente descontrolados, frente a la canasta escolar donde escenas como la de la niña de General Pico que agarró útiles escolares nos muestran el nivel de desesperación y humillación en el que están los pueblos", sintetizó a Página/12 Luci Cavallero del Colectivo Ni Una Menos. Hubo denuncias fuertes contra despidos en el sector público con el achicamiento del Estado. Y por supuesto, la necesidad de que el DNU caiga porque está produciendo una cantidad de efectos en la vida cotidiana muy importantes y sobre todo para las mujeres en términos de los alimentos, las prepagas, la liberalización de los precios y de alquileres.
El miércoles se terminarán de definir las consignas principales, hacia dónde se marcha - aunque la mayoría de las exposiciones propusieron el Congreso-, y cómo se organizará la ocupación del espacio, un tema especialmente preocupante este año en el marco del Protocolo vigente.