-Sucede que ya no aguanto
que en la calle me grités
a la primera de cambio:
“¡Tenías que ser mujer!”.
Soy mujer y me equivoco
pero vos ¿quién te creés?
¡Valentina la astronauta,
Evita, Sor Juana Inés?
Sos el león de la Metro,
Mucha porra y poco rey.
No me vengas con rugidos
que no hay selva por acá
y no soy ninguna fiera
ni la mona de Tarzán.
Yo fallo por accidente
y no por casualidad.
Cuando agarre la manija
no sé si lo haré tan mal
como ustedes, que arremeten
gobernando marcha atrás.
Conmigo te equivocaste
de programa y de canal.
Me tomaste por tu abuela
que aguantó sin pestañear.
Si tenés el monopolio
del acierto universal
yo te dejo vía libre
pero, vos, déjame en paz.
Y cuando las papas quemen
¡arreglate sin mamá!
Poema del libro Cancionero contra el mal de ojo incluido en el flamante volumen El feminismo de María Elena Walsh que acaba de publicar Alfaguara.