Javier Milei no para de sorprender. Anoche firmó un nuevo decreto en el que anuncia que abrirá las sesiones ordinarias en el Congreso el viernes 1 de marzo a las nueve de la noche. Según trascendió lo hará con un discurso en el recinto, ya que descartó la idea de hablar en las escalinatas de espaldas al parlamento, y se anticipa que usará un “tono duro”. Todo ocurrirá en medio de la confrontación con el Congreso y luego de la semana en la que dijo que es un “nido de ratas” y que los diputados que votaron en contra de la ley ómnibus son “una mierda”. La tensión los gobernadores añade, además, una fuerte expectativa sobre lo que será su primer discurso de apertura de las sesiones ordinarias. Finalmente y como para ningunear el escenario, fuentes de la Casa Rosada dejaron trascender durante el fin de semana que el Presidente aún no tiene escrita “una línea” de su discurso, y que en todo caso se dedicaría a prepararla desde ayer, luego de su regreso de Washington.

En su permanente oteo por las redes, el propio mandatario también confirmó la poca atención sobre el discurso. En un posteo dirigido a un periodista que publicó la información de la Rosada, replicó: "Te cuento que todavía no empecé a escribirlo, ni siquiera he armado el índice".

En esa línea, fuentes del gobierno confirmaron que "no tiene escrita ni una sola línea", señalaron que “va a hablar adentro” y que va “a respetar el protocolo". Al discurso "lo va a terminar de definir con Karina (Milei, su hermana y secretaria General de la Presidencia) y Santiago Caputo (asesor presidencial e integrante de la "mesa chica" del jefe de Estado), pero el eje central será en tono duro, reafirmando los lineamientos generales de su pensamiento", agregó a su vez una fuente de la Casa Rosada citada por la agencia Telam.

En tanto, el decreto 197/2024 salió publicado anoche y consta de sólo unas líneas que indican: "Señálese las 21 horas del día 1 de marzo próximo para la apertura de Sesiones Ordinarias del H. Congreso de la Nación, correspondiente al año en curso", con la firma de Milei y el jefe de gabinete Nicolás Posse.

El inicio de las sesiones ordinarias, el 1 de marzo, es el acto institucional más importante normado por la Constitución al que debe asistir un Jefe de Estado. La carta magna establece que en el discurso, el presidente debe "dar cuenta del estado de la Nación" y recomendar al Congreso "las medidas que juzgue necesarias y convenientes". Por esto, y después de mandar de vuelta a comisiones la Ley Ómnibus, el Presidente debería definir si insistirá con algunas de sus propuestas con nuevos proyectos de ley, de alcance puntual.

Sobre el "tono duro", una hipótesis que viene circulando es que Milei apele a denunciar hechos de corrupción. El vocero presidencial, Manuel Adorni, informó hace pocos días que el gobierno revisó lo actuado “en todas las reparticiones nacionales” y encontró “contrataciones anómalas y deudas millonarias” dejadas por la gestión de Alberto Fernández. El detalle de ese informe elaborado, según Adorni, por “la Sigen y la Secretaria de Transformación del Estado” aún no fue dado a conocer, salvo por el adelanto del vocero, que tuiteó que “el monto adeudado asciende a casi tres billones de pesos”. El síndico General de la Nación, Miguel Blanco, entregaría la investigación mañana.

Otra duda es qué tipo de respuesta elegirá dar en el recinto la oposición. Cada bloque tiene previsto reunirse en la semana para definir criterios y reacción. De mínima se espera que algunos diputados de UxP lleven carteles de rechazo a los recortes y está abierta la pregunta sobre si habrá quienes se retiren del recinto o no vayan. Entre los radicales, que con el tratamiento de la ley ómnibus se dividieron, el senador Pablo Blanco ya le exigió a Milei que use la asamblea para retractarse por tratarlos de ratas.

Otro tema serán los invitados. Durante las sesiones extraordinarias hubo un invitado de LLA que insultó a la diputada del FIT Myriam Bregman. Luego fue detectado Leonardo Sosa, procesado por el atentado a CFK. Ahora la lista de visitas será definida entre Casa Rosada, Cancillería y el Senado, a cargo de la organización. Y aún no comunicaron si en alguna de las tres bandejas podrá ingresar la militancia.