“Siempre digo que Puentes Culturales es un programa con verdadera Justicia Social. Existe una gran deuda con el colectivo de las personas con discapacidad. Y con la cultura podemos empezar a visibilizar”. Quien habla es María Cristina Otondo, directora de Programación e Integración Cultural en el Instituto Cultural de la provincia de Buenos Aires e impulsora del programa “Puentes Culturales” que desde 2022 recorre la provincia ofreciendo una amplia propuesta cultural realizada por artistas bonaerenses con discapacidad. “Todos tenemos algo para aportar al mundo. La cultura avanzó mucho en temas de diversidad, pero esto está pendiente. Se trata de construir nuevos públicos que acepten, que se sensibilicen con esto”, agrega la responsable de este programa que en febrero estrenó a sala llena “Egocéntricos”, su primera obra de teatro, y que no para de crecer tendiendo puentes y ampliando las fronteras del arte.
Por una cultura más amplia
La palabra “convivencia” atraviesa todas las actividades del programa Puentes Culturales del Instituto Cultural. Esta palabra rige la visibilización de los artistas con discapacidad de la provincia de Buenos Aires, la formación de públicos y la transformación de los espacios culturales para mejorar su accesibilidad. “El programa habla de convivencia, no de inclusión. Nosotros nos ponemos por encima de este término porque la inclusión habla de te tengo un ratito y te saco cuando quiero. Para nosotros convivir es aceptar que el otro tiene sus propias capacidades, su forma de comunicar, de hacer. Solo así es posible convivir”, dice Otondo.
Desde diciembre del 2022, el programa recorre la provincia ofreciendo un espectáculo que incluye narraciones, música en vivo, comedia y una exposición de artes visuales, entre otras cosas. Todo, a cargo de artistas con discapacidad que forman parte del equipo de Puentes Culturales o que son convocados a participar del espectáculo en cada localidad a la que asisten.
“El programa tiene una primera parte muy importante en donde una persona formada en el área busca sensibilizar y concientizar al público para respetar el mundo neurodivergente”, cuenta Otondo sobre este espectáculo que, según afirma, no sólo visibiliza otros modos de hacer y consumir arte, sino que también logra concientizar sobre las diversas necesidades de vida de las personas con discapacidad. “Me han llamado para contarme que después de nuestro espectáculo salieron ordenanzas para, por ejemplo, poner pictogramas y señalar los edificios públicos para las personas con condición del espectro autista”, agrega.
La primera obra de teatro
A principios de este mes, Puentes Culturales estrenó “Egocéntricos”, su primera obra de teatro, “nuestro primer hijo”, como lo describe Otondo. Así, Melisa Granados y Gonzalo Giles se presentaron frente a un Teatro Auditorium de Mar del Plata colmado de público que durante más de una hora disfrutó de su espectáculo de comedia. “Fue extraordinario. La sala se llenó de gente que sacó sus entradas a precio popular y sin saber de qué se trataba, sin ver ningún afiche que adelantara las condiciones de los artistas. La gente rió sin parar y se fue llorando, nadie podía creer la maravilla que había visto”, cuenta Otondo.
Al igual que Melisa, Gonzalo Giles acompaña el programa desde su creación. Sin embargo, este proyecto es su primera incursión en la actuación. Con veinticinco años, es un periodista y escritor que tiene sobre sus hombros toda una historia de superación. En 2015 se convirtió en el primer mudo del mundo en hacer radio gracias a una aplicación móvil que actúa como sintetizador de voz y, al día de la fecha, lleva publicados tres libros. Según relata, su experiencia en Puentes Culturales lo transformó. “En este año dentro del programa he crecido un montón, en serio, y también he visto crecer a mis compañeros no solo artísticamente sino también personalmente”, dice Giles, que empezó en el programa como narrador de historias, pero rápidamente se convirtió en el conductor de todos sus espectáculos.
“Me alegró mucho que desde el gobierno provincial hayan tomado la decisión política de seguir con el programa este año porque es un programa que hace reflexionar a las personas neurotípicas, que inspira a las personas con discapacidad (ver a otro logrando laburar de lo que le gusta es inspirador) y también que cambia la vida a cada uno de las personas que estamos dentro de Puentes Culturales”, agrega el escritor.
Por un registro provincial
Mientras prepara una nueva función de Egocéntricos, y planea nuevos espectáculos, Otondo asegura que Puentes Culturales no deja de crecer y adelanta que “este año presenté el borrador para realizar un Registro Provincial de artistas neurodivergentes para que en cada contratación de espectáculo que se realice en la provincia de Buenos Aires haya un cupo de artistas con discapacidad. Será algo muy importante que va a potenciar el gran aporte que hace el Instituto Cultural en perspectiva de Derechos Humanos y en el fortalecimiento de las identidades bonaerense de todos los que vivimos en esta hermosa provincia”.
Así, Puentes Culturales proyecta un nuevo año tendiendo puentes y ampliando las fronteras del arte, visibilizando los distintos modos de vivir en la provincia y creando las posibilidades necesarias para que los artistas bonaerenses con discapacidad puedan soñar con trabajar en el mercado cultural.