Este lunes, en medio del conflicto desatado entre el gobierno nacional y las provincias, un grupo de nueve senadores que responden en su mayoría a bloques provinciales enviaron una carta a la presidenta del Senado Victoria Villarruel pidiéndole que convoque a una sesión especial para tratar el DNU 70/2023. De ese modo, se sumaron al reclamo que venían haciendo en esa cámara los 33 senadores de Unión por la Patria que, hasta ahora, no fue escuchado por las autoridades del cuerpo.
Los datos políticos de la jugada son al menos dos: por un lado, en la carta los senadores de los bloques provinciales no pusieron una fecha para que se lleve adelante la sesión especial --como sí hizo UxP las veces que la pidió-- y, por el otro, el escrito no fue firmado por las legisladoras de Chubut que responden a Torres: Andrea Marcela Cristina y Edith Elízabeth Terenzi.
En esa línea, hay lecturas que interpretan que el escrito de los senadores es un intento de "meter presión" al gobierno nacional para abrir una negociación y que convoque a una mesa de diálogo al gobernador Ignacio Torres. Algo que por estas horas pareciera casi imposible. El presidente Javier Milei, lejos de querer solucionar el conflicto, estuvo toda la tarde del lunes likeando y retuiteando posteos en las redes sociales en los que se describía al gobernador Torres como "el rey de los pelotudos", entre otras agresiones.
Más allá de que la publicación de la carta se puede tratar de un nuevo intento de los gobernadores de negociar o acercar posturas con el poder Ejecutivo y, más allá de que el pedido de sesión no es garantía sobre la posición que asumirán esos nueve senadores en contra del DNU, desde UxP se ilusionan con llegar a los números necesarios para el rechazo del decreto desregulador en el recinto. Con solo cuatro votos que sumen al bloque de UxP se caería el DNU en el Senado y creen que, si eso pasa, la suerte del mismo también estaría echada en Diputados.
El escrito que se conoció el lunes por la mañana fue firmado por Edgardo Kueider, el senador entrerriano del bloque Unidad Federal; Alejandra María Vigo, cordobesa de ese mismo bloque; José María Carambia y Natalia Gadano del bloque Por Santa Cruz; los misioneros del Frente Renovador de la Concordia Sonia Rojas Decut y Carlos Arce; Carlos Espíndola, el correntino de Unidad Federal; Mónica Silva, del bloque Juntos Somos Río Negro y un senador que llamó particularmente la atención porque no es de un partido provincial, sino de la UCR, que fue el fueguino Pablo Daniel Blanco.
De todos ellos la senadora Silva de Río Negro fue una de las que ya adelantó en distintas declaraciones periodísticas que está en contra del DNU y que estaría dispuesta a rechazarlo. El resto todavía es una incógnita. Sin embargo, el pedido de sesión que hicieron este lunes los nueve senadores fue leído por UxP como una buena señal.
Más allá de lo que harán los senadores de los bloques provinciales y Blanco de la UCR, también falta saber qué hará el resto del radicalismo. En una carta que presentaron hace unas semanas al presidente de la Cámara de Diputados Martín Menem, desde el bloque de la UCR pidieron que se conforme la comisión bicameral que, después de 70 días de presentado el DNU, todavía no se había conformado. Eso finalmente se concretó el jueves pasado y ahora la UCR deberá tomar una postura.
Según supo este diario, los radicales estarían intentando que venza el plazo de los diez días que existen para tratar el DNU después de conformada la comisión bicameral y pujarían para que en ese ínterin se modifique la ley de reglamentariedad de los DNU y que el texto pueda ser tratado por partes. Según la normativa vigente --la ley reglamentaria del tratamiento de los DNU--, los DNU solo se pueden aprobar o rechazar en su totalidad. Sin embargo, la UCR intentaría llegar a las sesiones ordinarias, modificar el reglamento y poder tratar el 70/2023 por partes. Ellos dicen que están conformes y de acuerdo con varias partes del decreto, aunque quieren rechazar otras.
Desde UxP adelantan que esa jugada no sería posible porque el DNU de Milei, que fue presentado el 20 de diciembre del año pasado, se dictó dentro de los marcos normativos de la ley actual y cualquier modificación de la ley reglamentaria no puede ser retroactiva. En UxP dicen que mantendrán una "actitud expectante" porque ya movieron las fichas que debían mover. En la última sesión del viernes pasado recordaron que el bloque ya pidió tres veces una sesión especial a Villarruel y que no hubo respuesta. La próxima movida, opinan, tendrá que ser de los nueve senadores que enviaron la carta sin fijar una fecha y también del radicalismo.
Sobre la posibilidad de que los senadores se autoconvoquen para una sesión más allá de la voluntad de la presidenta de la Cámara Alta, hay versiones divididas. Algunos creen que los legisladores se pueden autoconvocar porque los recintos son soberanos, pero otros sostienen que no y que es necesario el visto bueno de Villarruel.
Lo cierto es que si 44 o más senadores piden una sesión especial, y siguen siendo ignorados, políticamente La Libertad Avanza quedaría en una posición muy compleja e incómoda, más aún de lo que ya lo es. Por más que la vicepresidenta estuvo estas semanas visitando varias provincias y sosteniendo reuniones con gobernadores, la situación del gobierno nacional con los legisladores y mandatarios provinciales pende de un hilo y transita un momento de extrema tensión.
En la cámara de Diputados, en tanto, a partir del primero de marzo cuando queden habilitadas las sesiones ordinarias se abrirá una nueva instancia en la que los diputados podrán empezar a presentar y tratar sus proyectos. Es el caso, por ejemplo, del que envió Máximo Kirchner para establecer por ley que el Fonid sea permanente, u otros que proponen, por ejemplo, la actualización de los montos y partidas para las universidades. Allí UxP podría llegar a una mayoría con el bloque de la UCR --y viceversa-- para sancionarlos.