En un partido de trámite cambiante, Vélez Sarsfield aventajaba a Tigre por dos tantos al cabo de la primera etapa, pero el conjunto de Néstor Gorosito se repuso y terminó igualando 2-2, en el cierre de la fecha de los clásicos de la Copa de la Liga que se disputó este lunes en el estadio José Amalfitani.
Avisó el Fortín de entrada con una ocasión desperdiciada por Braian Romero, quien más tarde tendría revancha. El Matador hacía lo que podía, pero una jugada en la que participaron Piñeiro y Bouzat fue coronada a la red por Francisco Pizzini.
Antes de la media hora, una guapeada de Ordóñez entrando al área le permitió a Romero clavar el segundo y desatar la euforia en el público presente en Liniers.
Tigre parecía groggy y la doble tapada del arquero Tagliamonte, primero a Pizzini y luego un cabezazo de Piñeiro, lo confirmaba. El pitazo que envió a ambos equipos a los vestuarios le dio un respiro al visitante.
En el inicio del complemento, una genial individualidad de Martín Ortega empezó a diseñar el milagro en el conjunto de Gorosito con un golazo de otro partido.
Fue tal cimbronazo que acusó Vélez que enseguida recibió otro mazazo, esta vez cortesía de Ezequiel Forclaz, quien luego se retiraría lesionado.
Con el 2-2, los nervios tomaron por asalto al local, que no obstante contó con un disparo de Lenny Lobato que dio en el travesaño.
Ya en tiempo adicional, Tigre casi se lleva el premio mayor con Tomás Galván, quien marcó pero estaba apenas adelantado. El final fue pura decepción en Liniers y un puntazo para los de Victoria en rodeo ajeno.