En otro ribete de interna del PRO, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, salió a desafiar públicamente a Mauricio Macri. Esta vez le exigió "pronunciarse como expresidente" sobre la decisión del gobernador de Chubut, Ignacio Torres, de cortar el suministro de petróleo a Nación hasta que el Gobierno no revierta los recortes a la coparticipación federal.
De paso volvió a cargar las tintas contra Torres, uno de los pocos gobernadores que el PRO logró sumar en los comicios del año pasado. Dijo que la “sorprende la actitud” que tuvo y dejó claro que su partido tiene “la ley como principio de convivencia”.
También se refirió a la carta floja de firmas publicada ayer, que acompañaron una decena de dirigentes de ese partido, aunque ninguno de mucho peso institucional.
Mauricio Macri no firmó esa nota y Bullrich hoy le llamó la atención: “Debería pronunciarse como expresidente" sobre la pelea entre el Gobierno y Chubut, dijo y remarcó que no tiene "problema" en que el exmandatario sea el nuevo presidente del PRO. Eso sí, añadió, es necesario "definir dónde está, qué ideas defiende y si está en favor del cambio".
"Estoy esperando su pronunciamiento. ¿Dónde está el PRO? En sus ideas y posicionamiento del lado del gobierno", desafió la ministra durante una entrevista radial.
Por otra parte, aseguró que no tiene "problema" en que el exmandatario sea el nuevo presidente del PRO pero le dejó claro que para tomar esa decisión primero es necesario "definir dónde está".
La discusión "no es quién es el presidente" del partido sino "dónde están parados", remarcó y dejó claro que, cuando se designen las autoridades de ese partido, ella le llevará “a quien sea presidente del PRO” la siguiente reflexión: “¿Estamos apoyando el cambio o a medias?”
“Voy a serlo porque soy ministra y no tengo tiempo", aclaró y sentenció que no va a suscribir "ningún PRO que esté en contra del cambio" que lidera el presidente Javier Milei.
Por otra parte, Bullrich fue consultada sobre la renuncia del secretario de Articulación Federal del ministerio de Seguridad, Sebastián García de Luca, y reconoció que tuvo diferencias con él respecto de la dureza que debería tener una gestión.
"Llevamos adelante una práctica de a todo o nada, y él tenía cierta incomodidad. Tiene una idea más de negociaciones, donde cedés cosas para conseguir otras, y ahí terminás perdiendo la capacidad de conducción", consideró la funcionaria.
La renuncia de García de Luca se conoce en medio de los reacomodamientos dentro de la fuerza política conducida por Bullrich, por los posicionamientos de sus dirigentes en torno al conflicto entre la provincia de Chubut, liderada por Ignacio Torres, y el gobierno nacional.