La pelea de Patricia Bullrich con los gobernadores PRO tuvo su primera baja: la abandonó su funcionario Sebastián García de Luca, que proviene del sector de Emilio Monzó y también es cercano al gobernador de Entre Ríos, Rogelio Frigerio. De hecho, se irá directo a trabajar al equipo de Frigerio. Su salida se dio en medio del conflicto entre el gobernador de Chubut, Ignacio Torres (PRO), y el presidente Javier Milei, donde Bullrich jugó a reunir voluntades del PRO contra el mandatario provincial. Esa jugada está produciendo un cisma dentro del PRO, mientras Mauricio Macri mantiene silencio y opta por no morder el anzuelo de la ministra de Seguridad. El gobernador de Chubut, Ignacio Torres, afirmó que toda la avanzada de Bullrich tiene como trasfondo la pelea por la presidencia del PRO.
De Luca no formó parte de quienes firmaron una carta que cuestionaba lo gradualista que fue el gobierno de Macri y que también buscaba frenar a los gobernadores PRO ante la defensa que montaron luego de que el Gobierno nacional le descontara un tercio de la coparticipación mensual a Chubut.
"Fue rápido", decían en el entorno de Bullrich sobre las repercusiones que tuvo esa carta en su propio gabinete. "Un placer acompañarte hasta acá. Gracias por tu confianza. Sos una gran dirigente y mejor persona. Sigo convencido del cambio que necesita nuestro país, con responsabilidad, respeto y federalismo", remarcó De Luca en un mensaje amistoso, pero que terminó con las palabras "respeto" y "federalismo" que los gobernadores bien podrían hacer suyas.
Perfil dialoguista
De Luca venía trabajando con Bullrich desde la campaña, cuando Emilio Monzó y otros dirigentes afines se ocuparon de cuestiones de organización logística y de contactos políticos para la candidata a Presidenta. Llegó a ser jefe de campaña en la provincia de Buenos Aires de Bullrich. Se alejaron así de la línea larretista, que resultó perdedora en la interna.
Cuando Bullrich llegó al ministerio, lo llevó a De Luca como secretario de Articulación Federal. Es decir, que su tarea era entablar diálogo con los gobiernos provinciales e intendencias. Se trata de un funcionario con perfil dialoguista que cumplió ese papel con los gobernadores durante el gobierno de Macri, cuando formaba parte del ministerio del Interior que conducía Frigerio.
Su relación siempre fue con Frigerio y con los gobernadores, por lo que no resulta rara su salida en un contexto en el que Bullrich se embanderó como soldado en la lucha de Milei contra las provincias. “Asistimos hoy consternados a la resistencia de muchos gobernadores a
compartir el esfuerzo fiscal necesario para impedir una crisis
hiperinflacionaria cuya víctima principal no sería el gobierno sino los
argentinos que habitan todas las provincias”, les enrostró Bullrich a los gobernadores PRO. Si bien esto fue lo que detonó la renuncia de De Luca, la realidad es que venía madurando la decisión desde hace semanas. Lo venía conversando con sus amigos, entre los que se encuentra Nicolás Massot, cuya mirada sobre el estilo de Milei es coincidente con la de De Luca.
Incomodidad
Bullrich reconoció en una entrevista radial que el motivo de la salida de García de Luca es que, por su perfil más dialoguista, tenía serias diferencias con el estilo de Milei: "Llevamos adelante una práctica de a todo o nada. Y él tenía cierta incomodidad", reconoció. "Tiene una idea más de negociaciones, donde cedés cosas para conseguir
otras, y ahí terminás perdiendo la capacidad de conducción”, aseguró Bullrich, ahora alineada con la idea de Milei de que nunca hay que negociar nada con nadie.
De Luca también confirmó ante Página/12 que el motivo de su salida fueron esas diferencias: "Patricia tiene un convencimiento muy grande de que lo que está haciendo Milei es el camino que hay que seguir y está muy comprometida en esta pelea con los gobernadores. Yo siempre voy a colaborar con el cambio, pero los métodos que están utilizando no me convencen. Por lo tanto, no puedo continuar con mi rol en el ministerio".
"Quiero reivindicar a Sebastián García De Luca, que es una gran pérdida para este gobierno", dijo el gobernador de Chubut, Ignacio Torres, que se deshizo en elogios a De Luca. "Me dolió mucho su alejamiento", afirmó. "Yo tengo tengo una relación de afecto con Patricia. Pero si hay una persona que me usó a mí fue Patricia. Usó este conflicto para plantarse frente a Macri por una puja partidaria. Y para ir por la presidencia del PRO", remarcó Torres.
"Yo estuve con Macri, que me dijo que no
estaba de acuerdo y que pare la pelota. Yo le dije que me están
extorsionando. Él se puso como mediador, que es muy difícil con otros
actores", remarcó. De paso, reclamó que no haya una interna por la presidencia del PRO y que se deje asumir a Macri en paz: esto es, que Bullrich deje de intentar enfrentarlo.
Sin más fugas
En el entorno de Bullrich, señalaban que De Luca era una rara avis: una paloma entre los halcones que rodean a Bullrich en el ministerio de Seguridad, fruto de las alianzas que hizo durante la campaña y que le permitieron derrotar a Horacio Rodríguez Larreta. Por eso mismo, no preveían que haya nuevas renuncias producto del conflicto con los gobernadores.
Lo que no está claro es, con la salida de De Luca, quién lo reemplazará en el intento de tender puentes para llegar a la coalición entre el PRO y La Libertad Avanza, una tarea difícil en este contexto para la cual no hay demasiados candidatos. Esto es, si es que esa coalición alguna vez llega a existir.