Los países de la eurozona y la Comisión Europea asumieron ayer que Italia no está en posición de adoptar un nuevo paquete de ajuste para cumplir sus compromisos fiscales, después de que Matteo Renzi anunciara su salida del gobierno tras la victoria del “no” en el referendum constitucional. “En esta coyuntura es difícil para el gobierno italiano comprometerse ahora a tomar medidas adicionales”, dijo el presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem (foto), en una conferencia de prensa tras la primera sesión de trabajo de los ministros de Economía y Finanzas de la eurozona reunidos ayer en Bruselas. “Por lo tanto, el Eurogrupo invita a Italia a dar los pasos necesarios en el futuro próximo para asegurar que su presupuesto cumpla con los requisitos”, afirmó Dijsselbloem en referencia a las medidas que le demanda Bruselas para evitar que se desvíe de sus compromisos fiscales en 2017. El también ministro de Finanzas holandés indicó que transmitió esta postura a su homólogo italiano, Pier Carlo Padoan, quien tras el referendo anuló su participación en el Eurogrupo “por razones comprensibles”, según Dijsselbloem, quien dijo haber hablado con él durante la mañana.
Sobre el plazo de tiempo en el que prevén una respuesta de Italia, el político holandés señaló que esperan a los desarrollos políticos en Italia, donde, tras la renuncia de Renzi, aún no se sabe si se convocarán nuevas elecciones o se formará un gobierno de técnicos. “Corresponde a Italia y al presidente italiano (Sergio Mattarella) decidir sobre los siguientes pasos. Estamos esperando un nuevo gobierno, por lo que la Comisión y el Eurogrupo tienen que esperar”, afirmó.
Por su parte, el comisario europeo de Asuntos Económicos, Pierre Moscovici, quien también habló con Padoan en la mañana de ayer, se mostró totalmente de acuerdo con Dijsselbloem y consideró: “Debemos escuchar y ser coherentes con las evoluciones que se van a dar ahora”. El Eurogrupo abordó los proyectos de presupuestos para 2017 de los países de la eurozona, con especial atención a aquellos que, como Italia, están en riesgo de desviarse de sus compromisos de déficit, según la evaluación hecha en noviembre por la Comisión Europea.
El Ejecutivo comunitario cree que Italia se desviará de sus objetivos de déficit en 2017 y posiblemente también en 2016, con lo que pidió al gobierno italiano que tome medidas adicionales para atajar el desfase, así como que prosiga con las reformas estructurales.