El conflicto entre Chubut y la Nación registra un antecedente similar respecto del manejo de fondos. Y el caso fue con otra provincia patagónica. Ocurrió en 1991 y su protagonista fue Horacio Massaccesi, el gobernador radical de Río Negro.
En julio de 1991, el mandatario pronvincial incautó 16,6 millones de dólares de una cuenta del Banco Central en el Banco de Río Negro para saldar una deuda del Estado nacional. El hecho causó revuelo y llegó a la Corte Suprema.
Massaccesi se apersonó con su ministro de Economía, Raúl Di Nardo, y el jefe de la policía rionegrina, para llevarse el dinero. Era el 5 de julio de 1991, en los albores de la convertibilidad. El origen del conflicto fue que la UCR negociaba la aprobación de un paquete de leyes a cambio de que se destrabara el envío de fondos.
Sin embargo, a último momento, el ministro de Economía, Domingo Cavallo, anunció que no precisaba la aprobación parlamentaria y que por tanto no se giraría el dinero. En el caso de Río Negro, eran 20 millones de dólares.
Entonces, el gobernador patagónico anunció a las autoridades partidarias lo que iba a hacer y firmó un decreto para justificar la incautación. Adujo que la Nación se negaba a devolver los títulos Bonos Inversión y Crecimiento (BIC), entregados como garantía de un acuerdo de saneamiento del Banco provincial. Los BIC se habían emitido para saldar una deuda de 20 millones de dólares de la empresa Hidroeléctrica Norpatagónica con el gobierno rionegrino.
Massaccesi también notificó a la prensa y, rodeado de cámaras de televisión, entro a la sucursal del Banco de Río Negro en General Roca. La noticia causó impacto a nivel nacional y sacó de quicio a Cavallo, que reclamó la inmediata devolución de los fondos y anunció el pedido a la Corte Suprema para bloquear lo giros de a coparticipación federal. La solución pasaba, según Cavallo, por liquidar el banco provincial, a cambio de que la Nación se ocupara de sus cuestiones financieras, como había pasado con el Banco de La Rioja, bajo el argumento de que Río Negro era deudora del Banco Central.
Se llegó a barajar la posibilidad de la intervención federal y el Central sacó del clearing al Banco de Río Negro. A los pocos días, la Corte Suprema ordenó embargar las cuentas de Río Negro hasta cubrir la suma incautada por Massaccesi. Para apurar el trámite se retuvieron fondos coparticipables y de regalías petroleras.
Al mes, Massaccesi cedió y se llegó a un acuerdo. A cambio de devolver el dinero, la Nación se comprometía a pagar los sueldos de julio de los empleados provinciales. En septiembre, el gobernador radical fue reelecto por amplio margen y cuatro años más tarde fue candidato presidencial del radicalismo.