El Potenciar Trabajo, el principal plan de asistencia social que implementó el Estado durante los últimos ocho años, dejó formalmente de existir. Después de licuar el monto del beneficio —este mes quedó en los 78 mil pesos, el equivalente a medio Salario Mínimo Vital y Móvil— el Gobierno decidió finalmente reemplazarlo por otros dos programas: “Volver al Trabajo” y “Acompañamiento Social". Desde el Ministerio de Capital Humano advirtieron que se trata sólo de una segmentación y que —al menos por ahora— no implica un recorte en la cantidad de trabajadores informales y desocupados (son en total 1,4 millones) que lo perciben. La idea, de todos modos, no tiene mucho de novedosa: el propio Sergio Massa, antes de dejar del Ministerio de Economía, ya había sentado las bases de la medida a través de un decreto de octubre pasado que creaba una política pública similar.
Según informaron desde el Ministerio de Capital Humano, el principal objetivo de la decisión pasa por “generar estrategias más efectivas” para que los beneficiarios accedan al mercado formal de trabajo, pero también “reducir el control y el manejo discrecional de los recursos que tenían las unidades de gestión” del programa. Es decir, eliminar la intermediación de las organizaciones sociales y los municipios, que hasta ahora se encargaban de implementar las altas y las bajas de beneficiarios a través de sus cooperativas y emprendimientos productivos. La ministra Sandra Pettovello, de hecho, les echó la culpa por "la falta de efectividad" del programa.
Como era esperable, la medida profundizó aún más el enfrentamiento entre los movimientos sociales y la Ministra, que viene de arrastre desde el ajuste a los comedores populares y las amenazas de dar de baja del programa a aquellos beneficiarios que salgan a las calles a protestar. “Es más de lo mismo: más persecución y más confrontación. Si el Gobierno, como dice, quiere eliminar a las organizaciones, va a terminar de entregar los barrios al narco y a la delincuencia organizada”, se quejó en diálogo con Página/12 Eduardo Belliboni, referente del Polo Obrero. “Nos atacan porque defendemos a los trabajadores y a los desocupados. Ése es el objetivo que tienen, eliminarnos. Pero no se dan cuenta que somos la última barrera antes de la desorganización general en los territorios. La situación es muy preocupante”, agregó.
En la misma línea se expresó el secretario general de la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP), Alejandro “Peluca” Gramajo: “Es otro gesto de ruptura total con las organizaciones. Pero se trata de una actitud general, que no es sólo con nosotros, sino con todas las representaciones sociales. Desde la CGT hasta la iglesia y los gobernadores somos tratados como enemigos del Gobierno. En un contexto de conflictividad social como el que tenemos, este tipo de medidas sólo agravan la situación", dijo.
La novedad apuró los planes que tenían la UTEP y Unidad Piquetera para volver a salir a la calle. Aunque todavía no hay fecha definida, podría haberla a fines de esta semana. Ambas organizaciones marcharon el viernes pasado en reclamo de mayor asistencia a los comedores, por primera vez en unidad en lo que va de la era Milei.
Hay pobres y pobres
“Se trata de un nuevo paso decisivo hacia la optimización de la estrategia de inclusión social y laboral que tendrá el Ministerio (de Capital Humano)" aseguró Pettovello sobre la medida, que fue diseñada por el exconcejal de Tres de Febrero, Rodrigo Aybar, uno de los funcionarios de segunda línea que el PRO aportó a la gestión libertaria. Pettovello también consideró que el Potenciar Trabajo "fue un plan ineficaz" porque, según dijo, "de los 1,4 millones de beneficiarios, apenas el 1,3 por ciento consiguió un empleo formal".
Según la visión de la ministra, la segmentación del programa en otros dos va a generar "verdaderas oportunidades de desarrollo" para sus beneficiarios. Pero, en verdad, no sería para todos. El programa "Volver al Trabajo" absorberá a los menores de 49 años, con capacidad a priori de reinsertarse en el mercado laboral; mientras que el de "Acompañamiento Social" lo hará con los mayores de 50 años y las madres de cuatro o más hijos. Los primeros sí recibirán "orientación y asistencia en la búsqueda de empleo, capacitación y promoción de emprendimientos productivos", pero los segundos no. Básicamente, divide el universo de beneficiarios entre empleables y no empleables, aunque la comunicación oficial de Pettovello se ocupó en aclarar que deja abierta la puerta a que "aquellos estén interesados en participar en Volver al Trabajo tienen la libertad de hacerlo".
Una vieja idea que ya fracasó
La decisión le pone fin a ocho años de vigencia del Potenciar, que había sido creado bajo otro nombre, pero con el mismo diseño, a fines del 2016 y bajo el gobierno de Mauricio Macri, luego de que el Congreso sancionara la Ley de Emergencia Social. Igualmente, de "nuevo paso", como dijo Pettovello, no tiene mucho. Uno de los dos programas que se crearon en su reemplazo, el “Volver al Trabajo”, es en verdad una reedición del "Programa De Inclusión Laboral" que había sido creado por Massa y por Alberto Fernández a través del decreto 565/2023, publicado el 31 de octubre pasado, antes de la segunda vuelta presidencial.
Aquel programa, que hoy retoman Milei y Petovello como la solución al desempleo, era una continuidad de otros que ya habían perseguido el mismo objetivo —tuvo varios nombres, entre ellos "Puente al empleo"— de capacitar a beneficiarios del Potenciar Trabajo e incluirlos en el mercado formal, sobre todo en Pymes que recibían a cambio beneficios impositivos.
Esos programas fracasaron, más allá de las buenas intenciones de los ministros de turno. A inicios de 2023, según información pública a la que accedió este diario, apenas un centenar de beneficiarios del Potenciar Trabajo habían conseguido empleo formal a través del "Puente al Empleo". El problema no son tanto las políticas, sino el propio mercado de trabajo.
"No es un problema de capacitación, el tema es la situación del país", aportó Gramajo, y agregó que el panorama en los barrios está cada vez más complicado. "Que vengan a los comedores a ver cómo nuestras compañeras hacen malabares para contener una situación cada vez más compleja", reclamó a los funcionarios.
"El chamuyo de «vamos a capacitar a la gente para conseguirle trabajo» ya lo escuchamos mil veces", dijo Belliboni. "Tenemos compañeros que se capacitaron ya con este gobierno, y con el anterior, y con el anterior también. El problema es que ¿quién va a tomar gente en este contexto? Es al revés: las medidas del Gobierno están dejando sin trabajo a miles de personas. Si no mejora la economía, no va a haber nuevo empleo. Lo que hay es hambre, pero no lo entienden", dijo. "Que después no se quejen: el que siembra vientos, cosecha tempestades", sentenció.