El Papa Francisco recordó este miércoles, en contraposición al discurso de libremercado que pregona el presidente Javier Milei, el rol central que tiene Estado para lograr la "redistribución" y "la justicia social" en un mundo donde hay "pocos ricos cada vez más poderosos y millones de pobres negados y descartados". Asimismo, recordó que para ejercer el poder "no alcanza con la legitimidad de origen", sino que "el ejercicio debe ser legítimo".
Fue durante un mensaje que envió a los miembros del Comité Panamericano de Juezas y Jueces por los Derechos Sociales y la Doctrina Franciscana (Copaju) en el contexto de la inauguración de la nueva sede en Buenos Aires, y de la primera sub sede del Instituto para la investigación y promoción de los Derechos Sociales “Fray Bartolomé de las Casas”.
El Poder Judicial, dijo el pontífice a los miembros de Copaju, "es el último recurso disponible en el Estado para remediar las vulneraciones de derechos y preservar el equilibrio institucional y social”. Y actualmente, siguió el papa Francisco, a apenas dos semanas de su reunión con Milei en el Vaticano, "vivimos épocas de intensa injusticia: pocos ricos cada vez más poderosos y millones de pobres negados y descartados".
"No hay futuro, no hay desarrollo, no hay justicia ni democracia en un mundo en donde millones de niños comen diariamente sólo los desechos de aquellos que sí consumen”, advirtió el pontífice, al recordar que “los derechos sociales no son gratuitos" y que "la riqueza para sostenerlos está disponible, pero requiere de decisiones políticas adecuadas, racionales y equitativas”.
En ese marco, puso en duda el modelo anti-Estado que defiende Javier Milei, sin nombrarlo. "El Estado, hoy más importante que nunca, está llamado a ejercer ese papel central de redistribución y justicia social. Las normas, queridos jueces, ya han sido dictadas. Rigen. El problema, es su vigencia efectiva, su concreción. Y es ahí donde empieza vuestro papel", remarcó.
El "dios Mercado" y "la diosa Ganancia", continuó el pontífice, "son falsas deidades que nos conducen a la deshumanización y a la destrucción del planeta". La historia, aseguró, lo ha demostrado en muchas y "muy tristes" oportunidades. "Son Moloch, devorando a las generaciones recién nacidas", ejemplificó.
La palabra de Jesús, les indicó el papa a los miembros de Copaju, "fundamenta a la Doctrina Social de la Iglesia" y "es un sendero seguro y luminoso para coadyuvar en el ejercicio de la magistratura".
Y les recordó: "Todos los que ejercen un poder público tienen que tener presente que no alcanza con la legitimidad de origen. No. El ejercicio debe también ser legítimo. ¿Qué justificación puede tener el poder si se aleja de la construcción de sociedades justas y dignas? ¿Puedo ser un buen magistrado mirando hacia el costado frente al sufrimiento del otro?", se cuestionó.
En ese sentido, pidió a los miembros de la nueva sede "firmeza y decisión frente a los modelos deshumanizantes y violentos". La paz, concluyó, "es una construcción diaria y ustedes son obreros de la paz".
El acto de inauguración de la sede, que tendrá finalidades académicas, docentes y de formación sobre la temática de derechos sociales, migración y colonialismo, contó con la presencia virtual y presencial de los diferentes miembros de COPAJU, autoridades de los Capítulos Nacionales del Comité, autoridades locales, académicas y delegaciones de movimientos sociales, organizaciones sindicales, culturales y autoridades religiosas.