Dice Analía Cobas que su primer libro, La Protagonista, nace de la necesidad de poner por escrito “aquello que no me animaba a decir en voz alta”. La escritora transformó el dolor personal y el de otras mujeres en una serie de relatos breves, que le permitieron convertir distintas experiencias de opresión patriarcal en literatura.

Cobas nació en Buenos Aires en 1984, es Licenciada en Ciencias de la Comunicación con orientación en Opinión Pública y Publicidad, egresada de la Universidad de Buenos Aires, donde ejerce la docencia. Desde hace quince años, además, hace prensa especializada en temas culturales.

“Escribir me salvó la vida. Fue un puente hermoso que construí para abrirme al mundo”, dice. La amistad, la maternidad, el abuso y el maltrato a las infancias, los vínculos de pareja y los lazos sexoafectivos desfilan en su narrativa.

Por ejemplo, dos amigas están hablando en la playa y, sin saber cómo, la risa se les tuerce en una mueca de disgusto porque una de ellas queda expuesta y es maltratada con su cuerpo no hegemónico. El diálogo es cercano y su ritmo es atrapante.

“El hilo conductor es el deseo, uno que no siempre se puede satisfacer. La pulsión de vida es una constante y la necesidad de aferrarse es imperiosa, pese a los contextos adversos”, señala la autora, convertida en la azafata de un viaje emocional por rutas variadas.

La Protagonista propone una lectura íntima.La cotidianeidad de los personajes está al alcance de la mano y las palabras no son azarosas sino elegidas. “Cada cuento fue escrito para alguien, para un público que imaginé y se hizo real de la mejor manera posible”.

¿Cómo fue qué decidiste publicarlo?

--En 2022 fui invitada por la diputada Mónica Macha a participar de la 4a. Mesa Nacional contra el Abuso Sexual a Infancias y Adolescencias, donde conocí a parte del equipo de Sudestada y les propuse escribir un artículo para su revista (La garganta poderosa) sobre violencia vicaria. Conocí la cocina de la editorial y sentí que quería publicar con ellos por su profesionalismo, su rigor periodístico y su calidez humana.

En el texto había una señal, porque hablo del fenómeno meteorológico de la sudestada como metáfora del sentir de una mujer. Buscar editorial fue una tarea difícil, y más en post pandemia, con más de un año de demora para que te recepcionen el material. En 2023 trabajé en la Feria del Libro, conocí a Nacho Levy, de Sudestada y le conté sobre mi libro. Yo estaba segura del material, pero tenía miedo de que me pidiera dejar algún relato afuera. La Protagonista va al hueso y hace una fuerte crítica a la desigualdad social con la esperanza de despertar conciencias. Trato temas incómodos, de los que a todxs nos cuesta hablar y son fundamentales de debatir para vislumbrar cambios, ofrezco preguntas más que respuestas.Hubiera sido muy duro que se me pida no hablar de abuso sexual en la infancia.

¿Pero eso ocurrió o era tu temor?

--No ocurrió jamás, confiaron en mi proyecto desde el minuto uno. Fue una enorme alegría sentirme tan valorada y apoyada, ahí era donde La Protagonista tenía que nacer. Había deseado tanto publicar con ellxs, por su historia y trabajo constante... Veintitrés años ininterrumpidos, una editorial independiente que es además una gran familia. Por eso es tan importante que no se derogue la ley 25.542 que protege el precio único de venta de libros al público. Evita la competencia desleal de las editoriales que tienen ritmos de producción a gran escala y no condena a la extinción a las editoriales más pequeñas. Las editoriales independientes permiten que autores noveles podamos publicar, voces que serían silenciadas. El rol del Estado es fundamental para la promoción de la escritura y lectura. Del encuentro entre lectores y escritores en ferias nacen oportunidades únicas de intercambio, transformación y creación, como lo fue en mi caso. Siempre digo que si un gobierno quiere un país libre tiene que invertir en educación y cultura.

¿Qué esperás que ocurra con les lectores?

--Estoy sorprendida y agradecida por todos los mensajes que recibo a diario. Es mucho más de lo que soñé. En el encuentro con lxs lectores adquiere sentido lo que escribo. Me contó una lectora que usó los títulos del índice y armó un texto con su propia historia de supervivencia de violencia patriarcal. También el padre de una adolescente me agradeció porque al leer el libro pudo hablar de temas que le costaban con su hija. Un chico me contó que gracias al relato “Desayuno saludable” entendió lo que estaba viviendo su prima con sus hijxs desde que se separó de un marido violento. Están en camino los volúmenes 2 y 3 de La protagonista.

Un pequeño y simple libro le puede cambiar la vida a una persona, te hace sentir acompañadx, es una ventana a nuevas maneras de entender el mundo, a ampliar la mirada y dudar de los mandatos impartidos como verdades absolutas.

¿Cómo elegiste el título?

--Llegó a mí naturalmente por mi experiencia personal. Luego de vivir algunas violencias, soy la protagonista de mi vida, tomo mis decisiones sin dudar de mis deseos y de mis capacidades. Acabo de cumplir 40 años y me propuse dedicar el resto de mi vida a ser quien soy, sin miedo, sin esconder mis talentos, sin pedir permiso y sin culpa. Hace poco un señor de 50 años se me acercó después de verme en una entrevista en la tele y me dijo que él nunca había podido ser el protagonista de su vida, me agradeció la inspiración y nos dimos un abrazo. Eso es lo lindo del feminismo: nos hace bien a todxs.

Organizás encuentros con mujeres sobrevivientes de violencia...

--El día del lanzamiento, les pedí a todas y a todos les presentes que me canten el Feliz Cumpleaños, porque muchas veces me di por muerta y sin embargo aquí estoy renaciendo. Ese espíritu festivo acompaña todas las presentaciones donde ofrezco charlas con micrófono abierto.Lo que más me gusta es escuchar, compartir, intercambiar experiencias. Me cuentan que relato les llegó más.La Protagonista ya está en Madrid, París, Brasil y Nueva Zelanda, viaja más que su autora (risas). Voy a cada encuentro con alegría, para saber que no estamos solas nunca más. En breve estaré dando una charla junto a La Garganta Poderosa en la Casa de Mujeres y Disidencias de la Villa 21-24, anunciaré los próximos encuentros en mi IG (@analiacobas)

¿Cómo te preparas para el 8M?

--En un contexto tan complejo como el que estamos viviendo es en el feminismo donde podemos encontrar la respuesta. La resistencia y la lucha nos hermana. Así como la experiencia teatral no puede ser vivida sin el encuentro entre artistas y público, cada 8M nosotras nos reunimos para escucharnos, ponernos en acción y abrazarnos.Tomar la calle para ser marea nos llevó a grandes conquistas. En este escenario de pobres contra pobres reafirmaremos la importancia de lo colectivo y de salir a las calles. Con la crisis económica profunda mujeres y LGBTQ+ somos quienes sufrimos más desigualdad y violencia. Tenemos que seguir levantando la bandera del aborto legal, avanzar sobre la equidad laboral y sobre los cuidados. El proyecto de Ley Cuidar en Igualdad, que pone foco en la corresponsabilidad social de las tareas de cuidado, perdió estado parlamentario y podría representar un avance significativo para que el cuidado deje de estar feminizado y bajo exclusiva órbita de las familias.

En el marco del 8M leeré junto al colectivo Periodistas Feministas, del cual formo parte. El domingo pasado presenté el libro en mi barrio, en la feria de Agronomía. El trabajo de hormiga en el barrio es el que debemos hacer, por más pequeño que consideremos sea el aporte, es imprescindible para las personas que la estén pasando mal.

Cada día desaparecen o desfinancian a distintas organizaciones de protección de la mujer, ¿cómo lo estás viviendo?

--Es terrible, es la pérdida de programas necesarios para trabajar problemáticas tan acuciantes como la atención a víctimas de violencia de género y de discriminación. Se pierde un país que históricamente ha sido vanguardia como garante de derechos. Sabemos, gracias al Observatorio Lucía Peréz, que en lo que va del año hubo 59 femicidios que dejaron 41 huerfanxs. La violencia patriarcal no se toma vacaciones y es demencial desfinanciar organismos que velan por el cuidado de mujeres e infancias. Que temáticas como el feminismo o el impacto ambiental (que estamos padeciendo a nivel global con pérdidas irreparables) queden fuera de la agenda es condenarnos a un camino sin salida.