La alegría de River por el triunfo ante Lanús que le permitió dar un paso adelante en su sueño de alcanzar otra vez la final de la Copa Libertadores se ensombreció un poco con la confirmación del desgarro en el isquiotibial derecho de Marcelo Saracchi. La lesión dejará al lateral uruguayo fuera de acción para la vuelta ante el Granate, el próximo martes, y también para el Superclásico frente a Boca del domingo 5 de noviembre, por la octava fecha de la Superliga.
Antes de ingresar a la clínica para hacerse los estudios que revelaron el alcance del desgarro, Saracchi manifestó su esperanza de que la lesión no fuera muscular y le permitiera estar en los compromisos inmediatos que tendrá el equipo de Marcelo Gallardo, que volvió ayer a los entrenamientos. “No me desgarré y espero estar contra Lanús. Tengo esperanzas de llegar al partido. Nunca me desgarré. Confío en mí, en la preparación, soy profesional, siempre voy a estar y espero que no sea nada”, había manifestado. Sin embargo, las imágenes revisadas por los médicos contrariaron esa ilusión.
La baja de Saracchi significa un problema para el Muñeco –que elogió a su equipo tras el partido ante el once de Jorge Almirón “porque fuimos inteligentes y estuvimos sólidos en los colectivo”– en cuanto al armado de la última línea, ya que también está de baja el paraguayo Jorge Moreira, mientras que el uruguayo Camilo Mayada purga la suspensión por doping. Por eso, el entrenador analiza un equipo alternativo para visitar pasado mañana a Talleres en Córdoba, aunque no contará con Facundo Medina, citado por el seleccionado Sub-20 como sparring para la gira amistosa de la mayor en noviembre, y en reserva también registra laterales lesionados, tales los casos de Franco Camargo y Elias López. Estos inconvenientes abren la puerta para el hijo del técnico, Nahuel Gallardo, quien fue titular en seis partidos de reserva. El central Alexander Barboza, de flojo rendimiento en las veces que tuvo su oportunidad, sería el único defensor experimentado para jugar ante Talleres.