Gimnasia La Plata perdió 3-1 este jueves en el Bosque ante Instituto de Córdoba, que alcanzó sorpresivamente la cima en la Zona A junto con Argentinos Juniors, en el inicio de la octava fecha de la Copa de la Liga. Los triperos dirigidos por Leonardo Madelón terminaron con nueve jugadores por las expulsiones de Matías Abaldo y Yonathan Cabral.
El equipo de Diego Dabove arrancó mejor parado que su anfitrión, que mostraba algunas imprecisiones. Pasado el cuarto de hora, el Lobo logró equilibrar el trámite.
Pero los cordobeses estaban muy metidos en el partido y pasada la media hora de juego, Facundo Suárez recibió un pase profundo de Lodico y, habilitado por Canto y de frente a Insfrán, lo fusiló al arquero para anotar la apertura.
Gimnasia acusó el golpe y no podía tener la pelota para hilvanar juego y aspirar a empatar. Para colmo de males, enseguida todo Instituto reclamó una mano dentro del área platense, pero el árbitro Lamolina no la consideró penal. Y antes del descanso, Abaldo se fue expulsado luego de una mala entrada desde atrás a Puebla. El Lobo no daba pie con bola.
En la segunda etapa, Instituto cedió protagonismo y, aun con un jugador más, lo pagó con el empate. De Blasis tomó la lanza, la zaga visitante se durmió tras un mal despeje y Benjamín Domínguez no perdonó.
La alegría duró un suspiro porque de inmediato escapó Suárez en una contra letal y Sánchez lo bajó dentro del área; penal que Puebla cambió por gol y desató la frustración tripera. Luego, una pésima entrega atrás de Enrique le dejó servido el tercero a Suárez, que dilapidó una chance inmejorable de cerrar el partido.
El Lobo empujó y fue por la heroica, pero Instituto sentenció el pleito con el defensor Jonathan Bay en una jugada de flipper y desatenciones, se quedó con un triunfazo y sueña en grande.