Horacio Losito está condenado a prisión perpetua por crímenes de lesa humanidad. En la misma semana en la que Javier Milei llegó a la Casa Rosada, Losito recibió la libertad condicional. Su excarcelación fue recibida como el símbolo de que una nueva era estaba comenzando en la Argentina. Dos meses después, Losito recibió un homenaje en el Regimiento de Infantería de Monte 30 de Apóstoles, Misiones, donde se desempeñaría uno de sus hijos. Losito –que combatió en Malvinas junto al padre de la vicepresidenta Victoria Villarruel– es venerado por la otra dama del mundo de la “memoria completa”, Cecilia Pando, que llegó a amenazar con degollar al entonces secretario de Derechos Humanos de la Nación, Eduardo Luis Duhalde, cuando el coronel recibió su primera condena. En el Ministerio de Defensa, que conduce Luis Petri, no respondieron a la consulta de Página/12 acerca de si esa cartera permitirá de ahora en más que se les rinda honores a quienes fueron sentenciados por secuestrar, torturar y desaparecer.
–Un veterano de guerra de Malvinas ha ingresado al regimiento–grita un militar vestido de fajina.
Losito desciende del auto en el que lo trae otro militar –posiblemente su hijo–. Con zapatillas y boina, Losito se cuadra ante quien le da la bienvenida y le pide que toque dos veces la campana del cuartel para que el resto de la tropa se entere de que hay un héroe.
El “héroe” del video que circuló durante las últimas horas en redes sociales no es otro que un militar retirado que acumula tres condenas: dos a 25 años por crímenes en Corrientes y una sentencia a prisión perpetua por la masacre de presos políticos en Margarita Belén, Chaco. Por este caso, fue condenado junto a Athos Renés, el suegro del actual Secretario de Estrategia y Asuntos Militares (SEAM) del Ministerio de Defensa y exjefe del Ejército, Claudio Pasqualini.
Losito inició su carrera militar en Corrientes en 1973, cuando fue destinado al Regimiento de Infantería 9 (RI9). Desde allí lo mandaron en comisión al Operativo Independencia. Cuando regresó de Tucumán en agosto de 1976, se integró al área de inteligencia del RI9. Estuvo hasta enero de 1977 en Corrientes. Después, fue enviado a Comodoro Rivadavia. En la guerra de Malvinas combatió dentro de la Compañía de Comandos 602, que lideraba Aldo Rico y secundaba Eduardo Marcelo Villarruel, padre de la actual vicepresidenta. Durante el conflicto bélico, Losito fue herido en la cabeza. Villarruel padre, que era muy activo en el reclamo para que reconocieran la valía de sus hombres, pidió que Losito fuera un testigo presencial de los hechos que él describía.
En democracia, Losito fue parte del movimiento carapintada. Después, fue agregado militar en Roma. Néstor Kirchner ordenó su regreso cuando los familiares de la masacre de Margarita Belén le hicieron saber cuál había sido su rol en el fusilamiento y la desaparición de los detenidos. En 2004 quedó detenido. En 2009, recibió su primera condena a 25 años de prisión. Pando enfureció con la pena, se desencajó y amenazó con degollar al secretario de Derechos Humanos. Después pidió disculpas y dijo que estaba muy movilizada porque sentía que estaban destruyendo a tres familias queridas. Una era la de Losito. La esposa de Losito, Carmen Mauriño, le retribuyó el gesto. En 2013, fue una de las firmantes de una carta en la que se repudiaba que Pando hubiese sido condenada por vandalizar los pañuelos de las Madres en la Plaza de Mayo.
Losito se recibió de abogado mientras estaba detenido. El año pasado afrontó su tercer juicio por crímenes de lesa humanidad. Pidió que se lo apartara del proceso porque tenía problemas cardíacos. Llegó a decir que el tribunal y la fiscalía iban a lograr hacer lo que los ingleses no habían podido: matarlo. En la visita al regimiento de Misiones se lo vio saludable. El 20 de febrero pasado llegó a Casación los recursos contra la libertad condicional de Losito que presentaron la fiscalía, la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación y la subsecretaría de Derechos Humanos de Chaco.
Este diario consultó a voceros del Ministerio de Defensa por el homenaje a Losito. La respuesta fue remitir una nota que publicó este diario cuando le otorgaron la libertad condicional. No contestaron si esta gestión dará su beneplácito a los honores para condenados de lesa humanidad.
En 2007, la entonces ministra Nilda Garré firmó la resolución 506 que suprimía los reconocimientos públicos, menciones u homenajes a a militares que hayan atentado contra el orden democrático o hayan estado involucrados en el terrorismo de Estado. “Hasta la gestión anterior, esa resolución estuvo vigente”, confirmó una fuente.
“El Ministerio de Defensa debería ordenar sanciones porque este tipo de homenajes están vedados”, afirmaron desde el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS). “Si esto no sucede, es porque ya no están vigentes políticas de memoria, verdad y justicia, que implican unas Fuerzas Armadas comprometidas con los derechos humanos y la democracia”.