La Justicia de Chile absolvió ayer a 11 personas de la comunidad mapuche que estaban imputadas en la muerte de un matrimonio conformado por Werner Luchsinger y Vivian MacKay, en enero de 2013 en Vilcún, cuando su casa fue incendiada. Los magistrados consideraron que las pruebas de la Fiscalía no eran suficientes para inculpar a los 11 comuneros, incluida Francisca Linconao, emblemática machi (autoridad sagrada) de la zona, quienes estuvieron meses en prisión preventiva.
El juez José Ignacio Rau del Tribunal Oral de Temuco, en el centro de Chile, argumentó que la fiscalía no pudo acreditar el “carácter terrorista” del hecho, ni tampoco la participación de los involucrados. “La prueba aportada es insuficiente del carácter terrorista del ilícito. No fue posible acreditar la existencia de un plan elaborado y coordinado a destinado a compeler a los agricultores a hacer abandono de sus predios. Tampoco la intención de causar temor en la población o parte de ella”, dice parte del dictamen.
La madrugada del 4 de enero de 2013, el matrimonio Luchsinger despertó ante ruidos en el predio y el jefe de hogar alcanzó a disparar cuando fue atrapado por las llamas, muriendo calcinado junto a su mujer. Ese mismo día, fue detenido el machi Celestino Pereira, quien no pudo explicar las heridas con las cuales fue encontrado, siendo inculpado del ataque e investigado por la Ley Antiterrorista. Luego apareció un testigo analfabeto, José Peralino, quien se autoinculpó y acusó a los otros 9 comuneros.
El juez Rau precisó que la decisión del tribunal fue por unanimidad de sus integrantes, los cuales argumentaron que la declaración del principal testigo del Ministerio Público, José Peralino, era contradictoria y que incluso adolecía de “vicios de legalidad”. La machi Francisca Linconao, sindicada como la ideóloga del crimen y quien según la fiscalía realizó una reunión de coordinación en su vivienda, acusó a los fiscales y a la policía de mentir: “Yo sufrí 9 meses en la cárcel y no debí estar ni una hora en la cárcel, porque soy inocente, no es posible que se condene a una persona inocente”.
Jorge Luchsinger, hijo del matrimonio siniestrado, expresó tras la absolución de los imputados que “no esperábamos mucho de la justicia, no esperábamos nada”.
Cuando ocurrió el incendio, el 4 de enero de 2013, el hecho causó gran conmoción en Chile. El matrimonio era dueño de unas tierras en la región de la Araucanía, situada a unos 700 kilómetros al sur de la capital, Santiago. Se trata de una zona en disputa ya que una comunidad indígena mapuche intenta recuperar por considerarla un territorio ancestral.
De esta forma, el único condenado por la muerte del matrimonio Luchsinger-Mackay es el machi (líder espiritual mapuche) Celestino Córdova, quien en febrero de 2014 recibió una pena de 18 años de cárcel. La lectura de sentencia será el 14 de noviembre.