La catarata de denuncias por acoso sexual contra el productor de cine Harvey Weinstein desbordó los límites de la industria cinematográfica de Hollywood y empezó a afectar al resto de las industrias que comenzaron a despedir a ejecutivos y empleados acusados por agresión sexual. La oleada de denuncias contra el magnate del cine –ayer la actriz noruega Natassia Malthe, de 43 años, agregó una nueva contra el productor–, se expandió como una marea que rompió el silencio en diferentes ámbitos laborales y al que las empresas están respondiendo, ahora, con una política de tolerancia cero hacia los acosadores.
Tres semanas después de que salieran a la luz las primeras acusaciones contra el productor, el efecto dominó alcanzó al mundo de la moda, la gastronomía, las finanzas, la música, los medios de comunicación, el deporte y la política. En ninguno de estos ámbitos el acoso sexual es nuevo y muchas de las denuncias llevan años siendo un secreto a voces. Sí es nueva, en cambio, la ruptura del muro de silencio que abroquela esos espacios, como también es nueva la respuesta que están mostrando muchas empresas frente a los acosadores sexuales.
En el mundo de la moda, el grupo Conde Nast (que edita revistas como Vogue, Glamour o Vanity Fair, en 29 países) despidió esta semana a Terry Richardson, un fotógrafo neoyorquino de 65 años conocido por sus imágenes sexualmente explícitas, vetando así su trabajo de varias de las principales revistas del mundo. A pesar de haber recibido denuncias durante años –algunas de las acusaciones se remontan a 2001–, la compañía de medios solo actuó luego de que el diario británico The Sunday Times llamara a Richardson “el Harvey Weinstein de la moda”.
El personal del grupo editor fue informado por correo electrónico de que el trabajo ya encargado a Richardson debía ser “eliminado o sustituido”. “El acoso sexual de cualquier tipo es inaceptable y no debe tolerarse”, sostuvo la empresa.
El fotógrafo, quien retrató a Barack Obama antes de su elección como presidente y dirigió el video de Miley Cyrus para su canción de 2013 Wrecking Ball, sostuvo, al igual que Weinstein, que todas sus relaciones fueron consentidas. Y su representante dijo que Richardson estaba “decepcionado”.
La modelo estadounidense Cameron Russell llamó a sus compañeras a denunciar los abusos sufridos en el trabajo y lanzó una campaña en Instagram llamada #MyJobShouldNotIncludeAbuse (#MiTrabajoNoDeberíaIncluirElAbuso) que rápidamente recolectó más de 70 relatos anónimos de abuso sexual y acoso.
Las denuncias también encontraron eco en uno de los fondos de inversión más importantes a nivel global, Fidelity Investments, que despidió a dos altos ejecutivos tras denuncias de acoso, uno de ellos, Gavin Baker, de 30 años, el director de un fondo tecnológico que maneja 16.000 millones de dólares, quien habría acosado a una empleada de 26 años. El otro, Robert Chow, de 56, gerente de la firma, quien fue acusado de hacer comentarios de índole sexual a colegas.
Según la prensa local, fue clave en el despido de los ejecutivos la presidenta de la empresa, Abigail Johnson, considerada la mujer más poderosa en el mundo de las finanzas norteamericanas, un negocio dominado por hombres.
“Simplemente no toleramos y no toleraremos este tipo de comportamiento”, dijo el portavoz de Fidelity, Vincent Loporchio.
En los medios de comunicación, también el efecto Weinstein se hizo sentir.
Desde hace varios años, Fox News es sacudida por denuncias de acoso sexual de parte de su expresidente, el difunto Roger Ailes, y de su expresentador estrella Bill O’Reilly. Ambos llegaron a acuerdos de indemnización con varias empleadas de la empresa.
El diario The New York Times informó la semana pasada que O’Reilly, fue despedido cuando esas denuncias salieron a la luz, pagó en enero 32 millones de dólares a una sola mujer para evitar un juicio y la vergüenza pública. “¿Qué diablos puede justificar ese monto? ¿Qué cosa horrenda sucedió?”, preguntó el lunes la exconductora de Fox Megyn Kelly en su programa matinal de NBC.
La compañía dueña de Fox News, 21st Century Fox, dijo que ha tomado acciones para “transformar” la cadena de cable, incluido “el aumento de canales a través de los cuales las empleadas pueden reportar acoso o discriminación”.
Además, el martes, Leon Wieseltier, un reconocido editor de la revista The New Republic, pidió perdón luego de que varias mujeres lo denunciaran por acoso sexual, informó The New York Times.
La oleada de denuncias también se coló entre las ollas y sartenes de la alta cocina. El renombrado chef John Besh, quien ha cocinado para líderes mundiales y aparecido en programas televisivos, renunció a su empresa de 1200 empleados, el lunes tras las denuncias de varias mujeres que sostuvieron que el acoso era frecuente en sus restaurantes, donde colegas y supervisores las toqueteaban, hacían comentarios inapropiados y a veces trataban de forzarlas a tener relaciones sexuales. Besh admitió una aventura amorosa, pero negó una cultura abusiva en su compañía.
El chef televisivo y autor de libros de viajes y cocina Anthony Bourdain sostuvo a través de su Twitter que esto era “el comienzo del fin de la cultura machista en los restaurantes”.
El deporte tampoco quedó ajeno a las denuncias, la gimnasta olímpica McKayla Maroney, ganadora de una medalla de oro, reveló el 18 de octubre que fue agredida durante años por el exmédico del equipo nacional de gimnastas, Larry Nassar, quien se encuentra preso en una cárcel norteamericana esperando sentencia tras declararse culpable de posesión de pornografía infantil. Además, espera un juicio en el que fue demandando por 125 mujeres por conducta sexual criminal.
Maroney, de 21 años, contó que Nassar comenzó a abusar de ella cuando tenía 13 años, y la agresión continuó durante su carrera, incluido en los Juegos Olímpicos de Londres-2012 y el Campeonato Mundial de Tokio-2011.
Por otra parte, la catarata sobre Harvey Weinstein parece no tener fin. La actriz Malthe contó que fue violada por el productor en Londres, en 2008. La actriz dijo que conoció al productor durante la fiesta de los premios Bafta británicos y que, horas más tarde, Weinstein se presentó en su habitación del hotel. Malthe le franqueó la entrada, por miedo a un escándalo, tras escuchar los gritos y golpes insistentes a la puerta del magnate. Y afirmó que después de haberlo rechazado, se tiró sobre ella y la violó. La abogada de la actriz, Gloria Allred, explicó que su clienta “estudiando sus opciones” sobre la posibilidad de presentar una demanda, dado que los crímenes sexuales no prescriben en Reino Unido.