El show refundacional de Javier Milei en el Congreso fue completo: guión “anticasta”, épica del ajuste, defensa de la mano dura, negacionismo y, como sorpresa, convocatoria a toda la dirigencia política a firmar un "nuevo contrato social" en Córdoba. ¿Por qué en Córdoba? “Porque Conan es cordobés”, lanzó con sorna.
Con las tribunas colmadas de arengas libertarias y encendidos aplausos del bloque oficialista, el Presidente utilizó la apertura de las sesiones ordinarias para denunciar que en “los últimos 20 años hubo una orgía de gasto público descontrolado”, defender el “plan motosierra” y hacer una catarata de anuncios de dudosa ejecución. Entre otros, una reforma política, tributaria, comercial, laboral y previsional, modificar la coparticipación federal, eliminar las jubilaciones de privilegio y prohibir la participación electoral de políticos condenados por corrupción. Tras llamar al diálogo y pedir apoyo a las reformas, Milei amenazó a quienes se opongan: "Si lo que buscan es el conflicto, conflicto tendrán”.
Pesada herencia
El primer tramo de la hora y diez minutos que Milei habló ante la Asamblea Legislativa estuvo dedicado a repasar la "pesada herencia" y reiterar cifras tan exorbitantes como incontrastables. “La inflación del 52 por ciento mensual mayorista implicaba una inflación anual de 17.000 por ciento”, aseguró.
En el capítulo económico también hizo una defensa cerrada de la convertibilidad, destacó al expresidente Carlos Menem e indicó que durante su gestión un trabajador común y corriente cobraba 1.800 dólares –pese a que el salario mínimo era de 150 dólares y la desocupación en 1999 superó los 14 puntos–. “El populismo nos quitó el 90 por ciento de los ingresos. Mientras la mayoría de los políticos, como muchos de ustedes, son ricos”, chicaneó a los legisladores.
En materia de seguridad, el mandatario afirmó que hay “ciudades enteras rehenes del narcotráfico" y que las calles están "tomadas por el caos y el desorden". Según Milei, todo esto es generado por las organizaciones de izquierda en “su afán de extorsionar”. En esa línea, también remarcó que las fuerzas de seguridad fueron “maltratadas y pisoteadas” por los gobiernos anteriores y valoró el rol que cumple Patricia Bullrich al frente del ministerio de Seguridad.
Respecto a la salud, el mandatario no se hizo cargo de los recortes que hubo en la asistencia a pacientes con cáncer, enfermedades crónicas y autoinmunes, pero sí habló de un sistema “empujado hacia una crisis de desabastecimiento”. Además, calificó de “farsa” la idea de que existió un Estado presente durante la pandemia y aprovechó el tema para negar con ironía la cifra de desaparecidos durante la última dictadura: “Si hubiéramos hecho las cosas como un país mediocre, hubiéramos tenido 30.000 muertos de verdad, mientras que tuvimos 130.000”.
Nombres propios
Durante su extenso repertorio en contra de "la casta", Milei puso el foco en determinados dirigentes. Al referirse a “los kioscos” de la política, citó el caso que involucra al expresidente Alberto Fernández, investigado por supuestas irregularidades en la contratación de un broker financiero y de empresas privadas para intermediar en la gestión de seguros en dependencias oficiales. "Es el mejor ejemplo de esto", resaltó.
Segundos después, habló de “una casta privilegiada que vive como si fueran Monarcas” y puso como ejemplo que un exgobernador “metió tras las rejas sin debido proceso a un ciudadano por 50 días, meramente por el crimen de hablar mal de la corona en un chat privado”. La referencia fue obviamente al jujeño Gerardo Morales. “Ofende el silencio de aquellos que se dicen republicanos”, le tiró un palo al radicalismo.
En la lista de nombres propios también aparecieron el exministro Sergio Massa, el camionero Pablo Moyano, el dirigente social Juan Grabois y el diputado Máximo Kirchner. A ellos los llamó “jinetes del fracaso”. Por último, mencionó a la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner, a quien acusó de haber encabezado “uno de los peores gobiernos de la historia”.
Casi al pasar, en medio de la exposición, Milei anunció que cerrará la agencia de noticias Télam. “Fue utilizada en las últimas décadas como agencia de propaganda kirchnerista”, afirmó.
Nuevo contrato social
La gran sorpresa de la jornada giró en torno al fracaso de la ley ómnibus en el Congreso. En medio de la tensión con los gobernadores, el Presidente los convocó a firmar un "pacto fundacional" que siente las bases de "una nueva Argentina". La cita tiene fecha y lugar: será el 25 de mayo en la ciudad de Córdoba, la misma en la que nació Conan.
La invitación, sin embargo, tiene una trampa. Para asistir, previamente, los jefes provinciales estarán obligados a acompañar una versión acotada de la Ley Bases. Entre los puntos a discutir, entrarán una fuerte reducción del gasto público, "en torno al 25 por ciento del PBI"; modificar la coparticipación federal, "para terminar con el modelo extorsivo actual"; y una reforma política, comercial tributaria, previsional y laboral.
Minutos después de la convocatoria, el expresidente Mauricio Macri salió a respaldarla. Tras calificar el mensaje de Milei de "claro, firme y con coraje", indicó que "todos los argentinos tenemos que apoyar al Presidente y la clase política aceptar esta invitación en un gesto de humildad y grandeza" y remató: "El PRO estará en Córdoba para firmar el Pacto del 25 de Mayo".
Otra de los que salió rápidamente a responderle fue el gobernador Ignacio Torres. Luego de los tensos cruces que tuvieron las últimas semanas por los fondos coparticipables y los subsidios al transporte, el chubutense publicó un mensaje en redes sociales en el que celebró la propuesta y le reiteró la invitación a que participe del Parlamento Patagónico el 7 de marzo. "Sería muy importante contar con su presencia en Puerto Madryn, junto a los gobernadores patagónicos, para diseñar y consensuar una agenda de desarrollo productivo”, escribió a través de su cuenta de X.
Paquete anticasta
Uno de los momentos más aplaudidos de la noche fue el anuncio del "paquete anticasta" para terminar con "los privilegios de la política". "Todos estos logros primerizos representan únicamente la superficie de los grandes cambios que venimos a implementar en Argentina”, sostuvo antes de presentar las iniciativas.
Se trata de un conjunto de proyectos para reforzar el relato libertario que incluye:
- Elimimar las jubilaciones de privilegio para presidente y vice.
- Obligar a que en los sindicatos haya elecciones periódicas, libres y bajo supervisión de justicia electoral.
- Establecer que los convenios por empresa estarán por encima de los convenios colectivos del sector.
- Establecer que los políticos condenados por corrupción en segunda instancia no podrán presentarse como candidatos en elecciones nacionales.
Además, el oficialismo impulsará otras medidas como la reducción drástica de la cantidad de contratos de asesores para diputados y senadores, descuento de la jornada de sueldo de los empleados públicos que no vayan a trabajar por motivo de un paro, la eliminación del financiamiento público de los partidos políticos y la penalización en forma imprescriptible al Presidente y a los funcionarios y legisladores que aprueben un Presupuesto que prevea financiar déficit fiscal con emisión monetaria.
En el zigzagueo de anuncios, críticas y llamados al diálogo, el Presidente dejó en claro que su intención es ir a fondo y que está dispuesto a chocar. "Ante los obstáculos, no vamos a a dar marcha atrás, vamos a seguir acelerando", sentenció. De fondo, las tribunas libertarias coreaban: "La casta tiene miedo, la casta tiene miedo".
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