Minutos antes de la sesión de ayer, el bloque del Frente para la Victoria-PJ (FpV-PJ) definió su postura sobre el desafuero del diputado y ex ministro Julio De Vido. “El oficialismo consiguió los dos tercios aún sin nosotros. No queríamos convalidar con nuestra presencia esta persecución y hostigamiento a los opositores”, afirmó el jefe de la bancada, Héctor Recalde, al terminar la reunión con sus compañeros. En una rueda de prensa en el tercer piso del Palacio Legislativo, Recalde le apuntó también a la justicia: “Hay un grupúsculo de jueces y fiscales empeñados en seguir las instrucciones que le da el Poder Ejecutivo nacional”. “¿Dónde está la división de poderes?”, preguntó antes de repasar las causas judiciales que involucran a funcionarios y familiares del presidente Mauricio Macri, que fueron sobreseídos con “inusitada rapidez”. Entre los casos que mencionó, recordó que el propio Macri “asumió el poder procesado por las escuchas ilegales” durante su gestión como jefe de gobierno porteño.
“Hay una cacería judicial contra los opositores”, sumó el diputado Rodolfo Tailhade y cargó contra los jueces Claudio Bonadio y Luis Rodríguez que solicitaron el desafuero del ex ministro de Planificación: “Las dos resoluciones son bochornosas y absolutamente falsas. El único argumento de Bonadio fue recurrir a ‘El rincón del vago’ y Rodríguez ni siquiera estaba de acuerdo en llamarlo a indagatorio, pero tuvo la presión de la Cámara Federal”, afirmó.
La decisión de no bajar al recinto, apareció como la más salomónica para una bancada donde las reuniones del martes por la tarde y la de ayer por la mañana no lograron saldar las diferencias. Un núcleo duro afirmaba que había que bajar al recinto para defender a De Vido apuntando a las “irregularidades” de los procesos judiciales y la solicitud de “prisión preventiva” sin que haya sentencias firmes en las causas que llevan ambos magistrados. Pero la alternativa no cerraba para quienes reclamaban “libertad de conciencia” a la hora de votar. Tampoco para los que estaban dispuestos a votar a favor del desafuero.
De todas maneras la decisión no logró contener a todos. La tucumana Miriam Gallardo y los sanjuaninos Daniela Castro y Ramón Tovares (que responden al gobernador Sergio Uñac y no al ex mandatario José Luis Gioja, quien respetó la decisión del bloque); la chubutense Ana Llanos; los rionegrinos Luis Bardeggia y María Emilia Soria bajaron al recinto para votar el desafuero de De Vido. Soria fue la única que hizo uso de la palabra al filo de la sesión en medio de una discusión con el jefe del cuerpo, el macrista Emilio Monzó, que quería pasar directamente a la votación.
La rionegrina dijo “reconocer que el pedido se ajusta a las previsiones de ley”, por eso “voy a votar afirmativamente el pedido de desafuero”, pero no dudó en cargar contra el oficialismo. “Hay quienes añoran que votemos en contra así se les alarga la novela que montaron, así les rinde un poco más la construcción mediática de su condena anticipada. Así pueden seguir distrayendo al pueblo argentino de los problemas que realmente aquejan”, arrancó y agregó: “Si no se hablara de De Vido, hablaríamos de los precios, de la inflación, de la falta de empleo, de la deuda descontrolada, de la desaparición forzada de Santiago Maldonado. Esta maniobra tiene por finalidad distraer a la opinión pública del tremendo ajuste que se viene”.
Aunque agradeció a los integrantes de su bloque por dejarla expresar, muchos no avalaron su postura y la repudiaron. Una fisura que otros buscan soldar.