Raúl Jalil y Osvaldo Jaldo desde Tucumán, son los dos gobernadores del NOA que hasta ahora se han expresado a favor de un llamado Pacto de Mayo que esconde, tras el gesto de convocatoria y discusión, una coerción para que los gobernadores aprueben las políticas de ajuste que viene implementando el Gobierno Nacional.
Milei tiene un plan claro del cual parece no estar dispuesto a salirse y esto lo ratifica en cada declaración que realiza. El despliegue en el Congreso también ratifica que sus actos de gobierno están enmarcados en una estructura marketinera que excluye la posibilidad de que un otro pueda entrar a dialogar con ese aparato discursivo. Nada nuevo del lado de Milei. Pero tampoco nada nuevo del lado de la oposición. Y esto es más grave, teniendo en cuenta que así ganó uno y perdieron los otros. La apuesta de la política tradicional por ahora parece quedar en los mismos términos: esperar el desgaste, la amenaza de un estallido social ante el ajuste, mientras otros empiezan a acomodar el cuerpo.
A quienes están tentados de acomodar el cuerpo les viene bien que el ajuste tenga un nombre legitimador como Pacto de Mayo. La idea del Gran Acuerdo Federal habría sido parte del viaje del ministro del Interior Guillermo Francos a Salta, donde se reunió con los gobernadores de Catamarca, Salta, Jujuy, Tucumán y Misiones.
“En Salta dialogamos con el ministro Francos y sabemos que podemos encontrar puntos en común. Los gobernadores saben que Argentina se construye desde la unidad, solidaridad y el esfuerzo equitativo de cada provincia”, posteó el gobernador de Catamarca Raúl Jalil.
Sin caer en comparaciones y referencias históricas, la pregunta inmediata es cuánta solidez puede tener un pacto cuando uno de los debates más importantes que ha propiciado el mileísmo es que no hay acuerdo sobre qué tipo de federalismo funciona en la Argentina y qué tipo de país federal se quiere. Este desacuerdo no es solo entre Nación y Provincias, sino también entre las propias provincias. Una muestra de esto, son las alianzas subregionales que emergieron a raíz del avance de Nación sobre los derechos de las provincias. En el NOA el Triángulo del Litio, Catamarca, Salta y Jujuy, ya es una alianza constituida alrededor de un recurso estratégico. Otra alianza que se dio también alrededor de un recurso estratégico como el petróleo, fue la de los gobernadores patagónicos. Parece que solo aquellas provincias que poseen recursos podrán encarar algún tipo de reconversión frente a la presión de un Gobierno Nacional decidido a barrer con el mapa político al menos de los últimos 40 años de democracia.
Las expresiones vertidas por Raúl Jalil esta semana ante medios ponen de manifiesto la posición de velar por los intereses propios más que por una discusión a fondo de la federalización, cuando se desmarcó de la postura del gobernador de Chubut de llevar a la Justicia el reclamo y añadió que tanto él como Lucía Corpacci (exgobernadora) habían decidido no tomar deuda en dólares.
Tal desmarque también aplica para su vecino de La Rioja, Ricardo Quintela.
La mención de Lucía Corpacci, senadora nacional y presidenta del PJ local, a la que siempre acude Jalil, es clave para saber cómo llega Catamarca al Pacto de Mayo, ya que uno de los condicionamientos de Milei es que para que tal acuerdo se dé, antes los gobernadores deben votar la Ley Ómnibus. "El peronismo tiene que ir a Córdoba y trabajar en este nuevo pacto para todos los argentinos", dijo hoy Jalil en Radio Mitre. Pero en la provincia el peronismo local responde a dos figuras con las que Jalil está obligado a consensuar: Corpacci y el intendente capitalino Gustavo Saadi. Se abre entonces la incógnita si los legisladores nacionales por Catamarca cambiarán el voto, salvada la minera YMAD de la lista de empresas a privatizar, y con las nuevas declaraciones del Gobernador que observó que "hay muchas cosas de la ley Bases que eran buenas y estaría bueno que se discutan".
Con el estilo básico que viene teniendo el oficialismo acudamos a la noción básica de diálogo del diccionario online: “Plática entre dos o más personas, que alternativamente manifiestan sus ideas o afectos”. El Pacto de Mayo no contiene ninguna de estas características. No hubo consulta abierta previa sobre los puntos que impuso la Nación, y está condicionado por ahora a que los gobernadores aprueben una ley.
En tanto el despliegue marketinero de Milei parece haber puesto a muchos contra la pared y, como en el mito de la caverna de Platón, solo ven las sombras de la casta. Porque si ven diálogo y federalismo en el llamado Pacto de Mayo, entonces ¡NO LA VEN!