Víctor Hugo Morales catalogó este lunes el Pacto de Mayo propuesto por Javier Milei en la apertura de sesiones ordinarias como “una extorsión a cielo abierto” y aseguró que está repleta de “medidas económicas para un establishment que le chifla a los esclavos”.
Por otro lado, el conductor de La Mañana habló sobre la decisión del Gobierno de cerrar la histórica agencia nacional de noticias Télam, que amaneció vallada y con todos sus trabajadores suspendidos por una semana, y aseguró que es una medida repleta de “crueldad y malicia”.
“Una malicia. Una servidumbre tan grande al poder central, a la mafia de Clarín. Que hoy titula como si lo que está pasando en el país fuera eso. Con dudas, sin pruebas”, aseguró sobre la decisión.
Y, de cara a los trabajadores, envió su respaldo. “En medio de todo eso, tajean la posibilidad de un poco de periodismo como lo es Télam. Va nuestra solidaridad total para todos los compañeros que están allí. Y los vamos a acompañar en la lucha”.
El editorial de Víctor Hugo Morales
El Wall Street Journal, un diario de gran importancia, cuenta la historia de Milei y Conan. Hace dos mil años, en el Coliseo Romano, Conan era un león y Milei era un gladiador.
Pero en lugar de enfrentarse ante los ojos de Vespaciano, Tito y Domiciano, decidieron unir sus fuerzas para un día salvar a Argentina. Dos mil años después, Clarín de Argentina presenta con entusiasmo el Pacto de Mayo.
Una extorsión a cielo abierto que el mítico personaje, un verdadero centauro (que en vez de caballo es león con hombre), ofrece a los gobernadores de su imperio. Como el perro y el gladiador que firmaron aquel pacto, ahora Milei, con los empresarios que están en el palco del Coliseo, ponen el pulgar arriba para legitimar el chantaje.
Conan y Milei. Los empresarios. Los gobernadores. Y Clarín, claro. Medidas económicas para un establishment que le chifla a los esclavos. Todo aquello que afirme su poder y el sometimiento de las mayorías.
Cuestiones previsionales, laborales que les favorecen. Todo es para ellos. El pueblo, afuera. Grita desde las escalinatas su hambre, su frustración y su bronca. Y los legionarios, formados como centurias, los reprimen.
Le meten lanza a los sueños. Nos conocían el gas pimienta y todo eso que inventaron después para pro-cónsules como Bullrich.
El discurso roba la historia con tanta impunidad como la que permite robar al jubilado o a una persona con discapacidad. Dice cien años, dice 20 años. Mete todo en la bolsa. Al cabo de cien años, que podrían ser dos mil, Milei y Conan, le dicen a la élite levántate y anda.
Allí, parado en un banquito, el mamarracho de la lectura avanza a velocidad como para que no se tome demasiada nota de lo que dice.
Son las nueve o diez de la noche porque el no tener conciencia del ridículo lleva el discurso a un horario central en el que lo mira más gente. Miente, desafía, insulta, amedrenta, pavonea. Y el Journal le toma el pelo a todos los argentinos con la historia de Conan, Milei y el Coliseo.