El consejo directivo de la Acumar, el ente creado para preservar y limpiar la Cuenca Hídrica Matanza-Riachuelo, se reunirá hoy y definirá la suerte de sus autoridades. El directorio compuesto por representantes de la Nación, la provincia de Buenos Aires y la ciudad de Buenos Aires, “aceptará la renuncia que ya presentó” el director ejecutivo, Julio Torti, aseguraron a PáginaI12 fuentes del ente tripartito. Es el segundo directivo de Acumar que renuncia en la gestión macrista a poco de cumplir un año en la presidencia.
“La verdad es que en diez meses la parálisis es casi total”, destacaron en Acumar sobre la marcha del programa que ideó el macrismo para el saneamiento de la cuenca contaminada. La gota que rebasó el vaso y que puso a Torti con un pie afuera fue su ausencia en la audiencia convocada por la Corte Suprema, a la que no sólo no asistió, sino que además envió funcionarios que no habían tenido tiempo para prepararse y explicar la situación actual y el funcionamiento del plan, un hecho que calificaron de “papelón” en los corredores de la entidad. “Más allá de eso, está claro que las internas dentro de Pro son mucho más fuertes de los que se ve afuera”, explicó la fuente.
Como casi todos los funcionarios del macrismo, Torti es un ex CEO de la empresa privada ERM (Environmental Resources Management). Es hijo del represor Julio Torti, un vicealmirante acusado de crímenes de lesa humanidad durante la dictadura que fue indultado por Carlos Menem. Su hijo lo defiende con ahínco lo que lo llevó a convertirse en un defensor del terrorismo de Estado. El ingeniero químico había llegado a la presidencia de la Acumar luego de la renuncia de Amílcar López, la primera persona en ser designada al frente del organismo estatal. López se fue después de tan solo dos meses y medio por la “falta de definiciones respecto de las personas y de las políticas”.
Torti, un hombre cercano al secretario de Obras Públicas Daniel Chaín, les envió a los funcionarios que le responden un mensaje en el que señala que había presentado la “renuncia indeclinable a Acumar” el 25 de noviembre. “La misma se debe a manifiestas diferencias éticas, profesionales y de gestión con el presidente del organismo”, es decir, el ministro de Ambiente, Sergio Bergman, y agregó que “de JGM (Jefatura de Gabinete de Ministros) me pidieron que no haga pública (la renuncia) hasta después de la audiencia” con la Corte.
La interna macrista en Ambiente salió a flote dos meses atrás, cuando el ministro dio una entrevista en Bariloche. “Lo más útil que podemos hacer es rezar”, fue la respuesta cuando le preguntaron cómo iba a cumplir el ministerio con los protocolos de acción en caso de incendios forestales. Bergman mostró su malestar con el manejo presupuestario. El hecho de que le metieran por la ventana a un hombre que no le responde en Acumar también dejó magulladuras.
El ente tripartito fue creado en 2007, con la función de preservar y recomponer la Cuenca Hídrica Matanza-Riachuelo, que abarca un territorio aproximado de 2.200 kilómetros cuadrados, entre el partido bonaerense de Cañuelas y el barrio porteño de La Boca. Si bien el ministro es el presidente –en un organismo que según funcionarios del propio rabino “se lleva el ochenta por ciento del presupuesto del ministerio”– tiene voz pero no voto en las reuniones de directorio, mientras que Torti sí. “Debería ser una polea de transmisión y no el escenario de una interna política”, señalaron.
Por lo pronto, la reunión del consejo directivo está citada para las 11.30. Allí deberían concurrir los siete miembros: dos por el estado nacional, dos por el provincial, dos por la ciudad de Buenos Aires y el ministro. Allí le aceptarán la renuncia a Torti y se especulaba con la posibilidad de tratar más renuncias de los funcionarios que le respondían.