La inflación mensual promedio en Alimentos y bebidas aceleró nuevamente en la última semana de febrero, interrumpiendo un ciclo de desaceleración iniciado a fines de enero, tras el impacto de la devaluación oficial de diciembre y el desmantelamiento de los programas de controles de precios sobre los productos en las góndolas. La inflación promedió fue de 11,4 por ciento mensual en la última semana de febrero, según datos de la consultora lCG. La inflación no siguió bajando durante febrero sino que se estabilizó con una inercia significativa, advierten los analistas del CESO.
La inflación en el sensible rubro de Alimentos y bebidas había llegado a promediar el 32,2 por ciento en la segunda semana de enero de este año, según la medición de lCG, que releva precios de 8000 productos del rubro en cinco supermercados mediante el método de web scraping los miércoles. Desde esos niveles la inflación descendió al terreno del 11 por ciento en las últimas semanas de febrero, hasta puntualmente alcanzar un 11,4 por ciento en la cuarta semana del mes, lo cual representó un leve incremento de 0,2 puntos porcentuales versus el registro anterior.
Los rubros con mayor incidencia dentro de la suba de precios promedio fueron Carnes junto a Lácteos y Bebidas, que entre los dos explicaron el 68 por ciento de la variación mensual, según indica la consultora. Las primeras treparon 10,3 por ciento en la cuarta semana, los productos lácteos 18,3 por ciento en promedio y las bebidas 14,9 por ciento. De esta manera se dificulta pensar la posibilidad de que la inflación minorista se ubique por debajo de las dos cifras en marzo y en los meses venideros.
Con una incidencia menor se ubicaron los productos panificados (que treparon 10,9 por ciento mensual), las verduras (7,2 por ciento), comidas listas para llevar (4,8 por ciento) y azúcares y edulcorantes (15,4). “Las variaciones de precios presentaron menores valores extremos y bajó la dispersión respecto a la semana anterior”, advierte la consultora. Describiendo lo que sería un ciclo de normalización de la tendencia inflacionaria, pero restará ver qué ocurre con los Alimentos y Bebidas a comienzos de marzo. Es que no sólo el salto discrecional del tipo de cambio o el movimiento que implicó dar de baja a programas como el Precios Justos impacta sobre la dinámica de precios, la economía se ve envuelta en un proceso indexatorio por el cual la suba en la luz, naftas, salarios impactará con efectos indirectos nuevamente sobre los precios.
En el resto del supermercado
Además de los alimentos y bebidas, los productos de limpieza y perfumería todavía marcan subas de dos cifras (11 y 10 por ciento, respectivamente) en la variación mensual promedio medida en la última semana de febrero de acuerdo al Centro de Estudios Económicos y Sociales Scalabrini Ortiz (CESO). Este releva su Índice de Precios de Supermercados que en conjunto acusó una variación de 10,3 por ciento en el período mencionado.
“La inflación no siguió bajando fuertemente durante febrero sino que quedó estabilizada con una inercia significativa”, advierte en el último informe del CESO. “El valor mensual ya es un reflejo de esta nueva velocidad crucero”, agregan. Los datos desagregados muestran variaciones más altas en el caso de Bebidas (14,7 por ciento mensual), Alimentos frescos (13,1) y secos (12,3 por ciento) según la medición del Ceso, y en tercer y cuarto lugar entran los productos de Limpieza y de Perfumería.
La lista es completada por los artículos para el Hogar (7,8 por ciento en el mes), Otros (que incluye desde el carbón hasta productos de camping con una variación de 7,1 por ciento) y Electrodomésticos (que crecieron 1,5). Sobre estos últimos advierten que casi no tuvieron cambios y sostienen: “La combinación de ancla cambiaria, expectativa de mayor flujo de importaciones y caída en la demanda contribuye a este resultado”.