La plaza San Martín de La Plata, que divide la Gobernación de la Provincia de Buenos Aires de calle 6 y la Legislatura bonaerense ubicada calle 7, recibió a miles de personas que agrupadas en movimientos, organizaciones sociales y gremios, viajaron hasta la capital provincial para escuchar el discurso de Axel Kicillof, que celebró la apertura de sesiones legislativas de 2024 y, como habitualmente lo hace, se acercó a saludar al terminar su mensaje a los diputados y senadores.
El parque del centro platense amaneció vallado. A diferencia de años anteriores, la seguridad privada y las distintas policías incrementaron el cierre de los accesos a la plaza San Martín, sobre todo por la zona este. Para llegar allí, los presentes recorrieron un interminable laberinto. Más allá de las quejas que atestiguó BuenosAires/12, para la hora del discurso de Kicillof sólo se podía ingresar a la plaza por calle 53, por diagonal 79 y por calle 7, pero viniendo desde el oeste.
Mientras suena La Nueva Luna de fondo, Rubén dialoga con este diario y explica que fue a la plaza porque "hay que apoyar al gobernador en esta batalla". Él no está identificado con ninguna agrupación, es vecino de La Plata y asistió a las afueras de la Legislatura tras salir del trabajo. Dice que "frente a Milei, una de las pocas esperanzas que quedan es que el peronismo se reorganice con la provincia de Buenos Aires como eje", ya que allí se encuentra "la base más sólida del justicialismo". Explica que las medidas del gobierno nacional "lo afectaron más de lo que pensaba", pero subraya que él "puede comer todas las comidas". "A mí me hace mal pensar en los no tienen para llenarle la panza a sus hijos", sentencia.
A pesar de las vueltas y las interminables filas de micros que ya no sabían dónde estacionar, los trabajadores que fueron a manifestar su apoyo a Kicillof colmaron la plaza de bombos, trompetas, banderas y telones. Ahumados por el humo de las parrillas, que vendían el choripán a tres mil pesos y el paty completo a cuatro mil, las banderas de La Barriada El Retiro, Descamisados, La Tosco, el Frente La Matanza, Movimiento Popular, UOM, Smata, Frente Transversal Nacional y Popular, ATE, Movimiento Mayo, los estatales de Ezeiza, CTA, La Patria es el otro, UPCN, y de Ensenada, entre otras, se posaron frente al escenario de calle 7 y 53, por el cual fue transmitido el discurso.
Juana está sentada en un cordón y tiene a su bebé a upa, que duerme a pesar de la potencia de los trompetistas. Ella es de Villa Alba, La Plata, y dice que le "cuesta entender cómo los argentinos pudieron votar un Presidente así", ya que "era obvio que todo lo que iba a hacer afectaría al pueblo". Reniega por el precio de los pañales, dice que "comer carne es un lujo".
Pese a eso, celebra la gestión de Kicillof, a la que fue a apoyar a la plaza: "Yo, por ejemplo, accedí al Qunita ni bien mi beba nació. Fueron materiales que me sirvieron, y hay muchas madres del barrio que si no tienen esa 'soga' se las tienen que rebuscar".
Oscar viajó desde Ensenada, e integró la columna que llegó a la plaza con banderas de Mario Secco. Dice a este diario que los ensenadenses "son testigos de lo importante que es que un municipio articule con el gobierno provincial", ya que este "es indispensable" para el desarrollo de los distritos bonaerenses. Él peina canas, y si bien aclara que a lo largo de su vida vivió "contextos similares", señala que "Milei es distinto a lo demás porque va ciego para adelante y puede llevarse puesto a todo el país".
Una hora antes de que el gobernador bonaerense hablara, trabajadores de Télam de La Plata y colegas de diversos medios que integran el Sindicato de Prensa Bonaerense se manifestaron contra el cierre de la agencia de noticias estatal. Luego de que la sede porteña amaneciera vallada y con presencia policial que prohibió el acceso de los trabajadores, los reclamos fueron replicándose con el correr del día y la Legislatura bonaerense no fue la excepción.
David Barresi es secretario gremial del Sindicato de Prensa Bonaerense. Le dice a este diario que se hicieron presentes en la esquina de 8 y 51 para "respaldar" a todos los compañeros y compañeras de prensa de la región porque "son buenos profesionales". "Estamos preocupados por la situación y queremos demostrar que es imprescindible que Télam se sostenga, ya que es la única que produce contenido federal y tiene corresponsales en toda la provincia", explica Barresi, que resalta que la agencia "nutre a todos los medios de comunicación, sean grandes, chicos, cooperativos, comunitarios o privados", y que por eso se originó una "defensa masiva".
De los 760 trabajadores de Télam, once trabajan en la capital bonaerense. Juliana Ricaldoni, que tiene a cargo la corresponsalía de La Plata, le cuenta a BuenosAires/12 que se enteró que no debía trabajar por un mail que le enviaron a la una de la mañana del lunes. "Nadie más se comunicó con nosotros. Esto es ilegal, arbitrario, violento y antidemocrático, porque no hubo una disposición, una resolución, un decreto o un proyecto de ley que avale esto", reclama.
Rocío Rodríguez integra el centro de estudiantes Rodolfo Walsh, de la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la Universidad Nacional de La Plata. Junto a sus compañeros asistió a la esquina de la Legislatura y posó con el cartel de "No al cierre de Télam", porque "es muy doloroso ver bastardeada nuestra profesión y cómo la información como mercancía vuelve a ponerse en eje", según explica a este diario. "No quieren que la gente se entere de todo lo que va a pasar y por eso cierran el sitio de noticias", asegura.