El gobierno nacional y los gremios docentes vuelven a reunirse este martes, aunque el panorama no pinta bien y todo indica que se viene un marzo de conflictos salariales en las escuelas de la mayoría de las provincias. Es que la administración de Javier Milei no fijó el salario inicial de los maestros -el piso de ingresos para los docentes de todo el país-, y dejó de mandar a las gobernaciones el Fondo de Incentivo Docente (Fonid). Por esta última razón, ya hay trabajadores que están cobrando menos que el mes pasado. Ayer pararon los cuatro gremios docentes de la CGT.
“Al no recibir el Fonid, hay bajas en los sueldos de entre el 10 y 20 por ciento”, dijo a Página/12 Sergio Romero, titular de la Unión de Docentes Argentinos. Hasta ahora, sólo cinco gobernadores cubrieron ese bache con fondos provinciales.
También está en duda si el gobierno nacional va a mantener el Fondo Compensador que históricamente recibían los distritos con menor recaudación propia. Esta era una cuestión que se resolvía siempre en la paritaria nacional.
No son los únicos fondos educativos recortados: el ajuste incluye a los comedores escolares y al plan de formación docente.
Paros nacionales
En las aulas hubo ya dos paros nacionales. El lunes 25 de febrero de la Confederación de Trabajadores de la Educación (Ctera) y este lunes 4 de marzo, cuando arrancaban las clases en el segundo pelotón de provincias, el convocado por los gremios cegetistas (UDA, Amet, Sadop y CEA). Romero recordó que la Ley de Educación Nacional establece en su artículo 9 que el Estado nacional debe garantizar el financiamiento del sistema educativo. “El gobierno está incumpliendo la ley, tal como pasó en la década del ‘90 con gravísimas consecuencias. Esperamos que recapacite y que escuche a los docentes porque queremos que nuestros niños y los jóvenes estén dentro de las aulas”, señaló.
Agregó que al Fonid lo han pagado “todos los gobiernos desde hace 26 años” y que su suspensión afecta al millón doscientos mil docentes de las escuelas estatales y privadas.
Los sindicatos estimaron que la huelga tuvo “una adhesión promedio superior al 80 por ciento”, que reflejó “la profunda preocupación y reacción natural que genera en nuestra actividad la quita salarial y los recortes de recursos para el sistema educativo”. También advirtieron que con estos salarios “los docentes no vamos a poder pagar los servicios del hogar, el transporte para ir a trabajar, los alimentos para vivir”.
En un comunicado de prensa firmado por los cuatro, los gremios sostuvieron que las decisiones educativas del gobierno de Milei son "insensatas".
"Lo instamos a que vea esta medida gremial como un pedido docente masivo, hincado en el carácter alimentario que tiene el salario y en nuestro profundo compromiso con el sistema educativo, que sin financiamiento del Estado nacional va rumbo al colapso".
Nueva reunión
Los gremios docentes, el gobierno nacional y los ministros de educación provinciales se van a juntar al mediodía en la secretaría de Trabajo, donde la semana pasada ya tuvieron un primer encuentro. Sin avances, la negociación había pasado a un cuarto intermedio hasta hoy.
El gobierno fue el convocante de la reunión, con un gesto más para la tribuna que para avanzar en un acuerdo. De hecho, la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, ratificó en estos días que “no” se trata de “una paritaria”. “La Educación pertenece a las provincias. Es importante marcar eso, no es la Nación la que decide el salario inicial. Lo dice la Constitución que es potestad de las provincias”, insistió en una entrevista que concedió al canal de noticias afín al mileísmo, LN+.
Sin embargo, la paritaria nacional se venía realizando todos los años -Mauricio Macri fue otro que la suspendió, como ahora Milei- para fijar el salario inicial y definir el Fondo Compensador, que la Nación manda al grupo de provincias “pobres” justamente para garantizar que puedan pagarlo. En la paritaria nacional también se acuerdan condiciones de trabajo, y en su ámbito fue creado el plan de formación docente.
Aunque, como dijo bien Pettovello, la educación es gestionada por las provincias. Ocurre así desde que en el gobierno de Carlos Menem el sistema fue traspasado desde la Nación a las gobernaciones, con lo que se inició un proceso en el que las inequidades y la desigualdad al interior de las escuelas estatales fueron en aumento.
Para tratar de mitigar esas desigualdades, años más tarde los gobiernos nacionales crearían el Fonid -una suma que se agrega igualitariamente a todos los sueldos docentes, financiada por el Tesoro Nacional-, y el Fondo Compensador Docente -que el Tesoro Nacional manda a las provincias con baja recaudación para garantizar el pago del salario inicial- y otros instrumentos que fueron emparchando los sueldos del sector y cierto mantenimiento del sistema que, pese a la clara recuperación que logró en los años de los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner, no llegó a revertir su provincialización. Todo ese entramado que desde el Estado Nacional financiaba el sistema, está ahora cortado por la aplicación del ajuste en el gasto público de Milei.