El periodista y conductor de La Mañana, Víctor Hugo Morales, destacó en su editorial el discurso de este lunes del gobernador Axel Kicillof ante la Legislatura bonaerense y su idea de que si hay un Pacto de Mayo, como el que ahora propone el Javier Milei con las provincias para que le aprueben la ley ómnibus, debe ser con el pueblo.

El editorial de Víctor Hugo Morales

Lo que dice Kicillof es que el pacto debe ser con el pueblo. Vana ilusión. El pueblo es invisible para Milei y sus mandantes. No está. Y si aparece es para molestar, pedir, protestar, piquetear, y no entiende que no hay plata. Bueno. Sí, hay, pero es para otros.

El pacto es con el diablo, con las multinacionales, con Washington, Clarín, Sociedad Rural y si fuera posible, quisiera rubricarlo con un traje de época del 800, cuello gorguera, gola, sombrero alto y sus patillas de héroe que le quedarían fantásticas.

En el mundo ridículo de Milei se tiene la deferencia de no contar con el pueblo, la gente se queda afuera. En un mundo en el que le das un handy a una persona y se cree poderoso, a Milei le tocó el bastón de presidente y decidió darle por la cabeza al pueblo.

Kicillof le habla de obra pública, federalismo, devolución de los fondos saqueados, comedores. ¿Qué es eso? Por favor. ¿No al DNU, a la dolarización? ¿Qué se piensan?

Milei responde con ajuste y transferencia de la renta a los ricos. Se atribuye haber evitado que la inflación fuera del 17 mil por ciento. Conan, el Coliseo, y 17 mil por ciento de inflación.

Luz al final del túnel, escuela austriaca, Moisés, las 12 tablas, muro de Jerusalén, Vaticano, Trump y mucha libertad, carajo.

El menjunje de Milei es intragable, pero La Nación escribe recesión con ilusión y Clarín ataca a los de siempre para hacer promedio, para que la gente nunca termine de entender. Estamos mal con Milei, pero ya saben lo que son los otros, y da más espacio a los malos que a los buenos, como Milei, es decir, a su propia tropa.

No hay pacto con el pueblo porque no hay un lado de la mesa para el pueblo. Los que se sientan son otros y los que sirven la mesa, esos son los que se llaman pueblo.