Ema Lucero va a ser homenajeada esta tarde, a los 88 años. "La verdad es que estoy nerviosa. Quiero darles las gracias a todos los compañeros, les doy mil abrazos a quienes se han puesto a realizar este documental. Soy feliz, pero tengo un poco de nervios para mañana, espero estar muy bien porque se merecen que yo esté bien", dice Ema, una mujer que hizo de la militancia una forma de amor al prójimo. Esta tarde, a las 18, en el Museo de la Memoria (Córdoba 2019), se proyectará el documental Ema, que recoge una pequeñísima parte de su historia. Que sea, además, en el Museo es un plus: allí estuvo Ema durante diez años como integrante de la comisión directiva, recibió a contingentes de estudiantes, dio charlas, todo con una vitalidad que es su superpoder.
"Por conocer a Ema desde hace bastantes años y por ser, en el caso de Flavio Ivaldo, su hijo, nos convocamos y empezamos hace ya un tiempo importante a trabajar. Siempre nos movilizó la idea de, conociendo la vasta vida de Ema como militante de derechos humanos y militante política, realizar un trabajo audiovisual que contara su trayectoria, que dejara registro de su testimonio sobre su detención ilegal en el año 1975, que continuó hasta 1981, cuando recobra la libertad", afirma Horacio de Braza, sobre la película que realizó en forma "colectiva y horizontal" con el propio Flavio, Gabriela Carlini, Mario Gómez Casas y Maite Brunswig. La música original es de Hugo Gómez. Actualmente, Ema integra la ronda de las Madres de la Plaza 25 de Mayo.
Con el tiempo, lxs realizadores pensaron que "el homenaje a Ema no fuera solamente un homenaje a su figura, a su rica vida y su militancia política, sino también un homenaje a todas aquellas personas, hombres y mujeres que desde la década del 60 han luchado, algunos viven y otros no, como bien dice uno de los entrevistados en el documental, y son personas que han luchado desde siempre, inquebrantablemente, por la construcción de una sociedad con justicia social".
Ema cuenta con gracia cómo vivió, a sus diez años, la liberación de Perón el 17 de octubre, desde su Villa Mugueta natal. A los 11 se mudó con su familia a Rosario, ya eran todxs peronistas. Era una piba de unos 13 años cuando se acercó a las unidades básicas que creó Eva Perón para impulsar el voto femenino. Pudo votar recién en 1954, pero mucho antes enseñaba a bordar y coser a otras mujeres en esos centros de formación política que llevaban adelante las mujeres.
La resistencia peronista, su militancia en el Partido Revolucionario de los Trabajadores (al que perteneció sin abandonar nunca su corazoncito peronista), la detención ilegal en 1975, la separación de sus dos hijas y Flavio, su hijo más chico; la libertad vigilada, son algunos hitos de una vida que nunca abandonó la esperanza de construir un mundo mejor. Ya en democracia, fue una de las fundadoras de la Coordinadora de Trabajo Carcelario, y allí fue a visitar a los presos comunes (sociales les dice ella), con una ternura y dedicación que hace falta en estas épocas.
"Lo interesante de la vida de Ema, lo que siempre nos movilizó y quisimos contar en este documental, es cómo a partir de la década del 40 se fue construyendo la conciencia política de una militante que participó de los primeros años de la juventud peronista, de la resistencia peronista a partir del año 1955, fue integrante del PRT, en el 75 cayó, la encarcelaron, pasó por la brigada de San Justo, luego por la brigada de San Martín y finalmente, la trasladaron primero a la cárcel de Olmos y luego a Devoto", señala De Braza y dice que siempre la escucharon contar todo lo que hicieron, desde la cárcel, para poder comunicarse entre ellos, cómo han luchado por el cuidado de sus hijos, por tener mejores condiciones de de vida dentro de las cárceles. "En el caso particular de Ema, esa experiencia la pudo transmitir y compartir siendo integrante de la CTC", sigue De Braza, quien la describe como "una referente ineludible de la ciudad".
Para Ema, la tarea de transmitir la memoria tiene "una importancia fundamental". "He ido a infinidad de escuelas, siempre, a dar charlas y se ven interesados los pibes. Voy siempre a escuelas secundarias, principalmente, una o dos veces fui a escuelas primarias, donde los chicos entienden menos. Para mí es importante, siempre la memoria hay que tenerla a mano, porque no podemos descuidarnos. Mira lo que nos está pasando hoy, en este momento. Si hubiéramos tenido más memoria, no hubiera habido una votación tan grande a favor de una persona que no nos merecemos que esté de presidente", afirmó Ema.
El documental Ema cuenta -en 42 minutos- buena parte de la historia de su vida. Se proyecta en el marco del 8M, y completa el ciclo que comenzó el viernes pasado, con la proyección de Brujas del Cordobazo. Tras la proyección, la periodista Sonia Tessa entrevistará a Ema Lucero.