Con el nuevo intento del presidente Javier Milei por imponer el proyecto de ley ómnibus y la compleja negociación que mandó a abrir con los gobernadores, la vicepresidenta Victoria Villarruel busca impedirle, en lo inmediato, un mal trago. En ese sentido, está buscando tiempo para evitar la posibilidad cierta de que la próxima semana rechacen el DNU 70/2023 en el Senado. La titular de la Cámara alta trabaja por estas horas en definir con la Rosada quiénes serán los funcionarios que lo defenderán en la bicameral de Trámite Legislativo. Mientras, comenzaron los ataques mediáticos a senadores del interbloque de Unión por la Patria con la intención de impedir que los opositores amigables caigan en la tentación de votar contra el megadecreto junto a UxP.
La estrategia de Villarruel incluye ofrecer una serie de proyectos que le sean agradables a la oposición amigable y que incluso forman parte del criticado DNU. Todo sea para habilitar una mesa de negociación que la vice usará para pedir a cambio de esos proyectos el no acompañar el rechazo al DNU. El interbloque de UxP tienen unas 33 voluntades y están a cuatro del número necesario para votar el rechazo. Esos votos que faltan están más cerca de lo que promueve el peronismo que lo que quiere Villarruel. Por eso la vicepresidenta apura a sus asesores para buscar proyectos que le permitan frenar el debate en el recinto del DNU.
Uno de los problemas que tiene esta estrategia es que con el período de sesiones ordinarias ya operando, el peronismo puede pedir la incorporación del tratamiento del DNU para la primera sesión que se realice.
Al terminar el período de sesiones extraordinarias, donde el Poder Ejecutivo es el que define los proyectos a debatir, a la vicepresidenta se le cayó el principal pretexto para dilatar su tratamiento. Es por eso que habilitaron la integración de la Bicameral y ahora buscan escuchar a funcionarios y así extender el tratamiento antes de llevarlo al recinto. Pero esto es un recurso de corto alcance.
En esta línea es que ahora pergeñan la posibilidad de promover la discusión de proyectos que sean lo suficientemente tentadores como para que los senadores de la oposición amigable avancen sobre algunos temas que respaldan del megaDNU. Para eso, según trascendió, que piensan proponer el debate de iniciativas como una acotada reforma laboral y la declaración de la educación como servicio esencial, entre otras.
Pero estos proyectos no terminan de convencer a los que los impulsan, porque en principio saben que el futuro del DNU está más atado a lo que ocurra con la reunión del gobierno con los gobernadores, que con los proyectos tentadores que imaginan.
El ataque a UxP
No hay punto que una la estrategia que están delineando en el despacho de Villarruel con el ataque mediático que está comenzando a producirse contra senadores de Unión por la Patria, pero en el interbloque sospechan que no es una casualidad.
Y es que en estas últimas horas el presidente del interbloque de UxP, José Mayans, comenzó a ser objeto de cuestionamientos sobre un supuesto exceso de asesores a sus órdenes. La maniobra no es nueva en la historia del Congreso y busca horrorizar al lector distraído que no sabe del trabajo parlamentario, de las tareas que le incumben a un presidente de bloque y, sobre todo, al que tiene la mayor cantidad de integrantes del Senado.
La maniobra ya está en algunos medios y entre los colaboradores del formoseño ninguno duda de que lo que se busca es enviar un mensaje por elevación a los opositores amigables que se les ocurra votar en contra del DNU. Entienden en el despacho de Mayans que esta maniobra se extenderá no solo con miembros de UxP sino también a otros bloques o senadores en particular.