El exjuez de la Corte Suprema de Justicia, Raúl Zaffaroni, desglosó los principales puntos del megaDNU anunciado por Javier Milei, y que sigue vigente a la espera de que el Senado comience su tratamiento, y advirtió con énfasis sobre un punto en particular: el futuro de las indemnizaciones.

“Hay reformas que aparecen en el DNU y la llamada ley ómnibus. Se pasó por alto las reformas al Código Civil y Comercial de la Nación. Lo que se propone en cuanto a libertad de contratar, lo que se quiere hacer, es gravísimo”, explicó.

En concreto, Zaffaroni habló sobre la reforma del artículo 958, que consagra la libertad de contratar. El exjuez de la Corte explicó que esa legislación determina que “las partes pueden convenir lo que quieran”. Lógicamente, explicó que esa libertad de contratación también imparte ciertas limitaciones. Pero, el megaDNU “lo que se propone es borrar de la ley que los contratos no puedan ser contrarios a la moral o buenas consumares”.

“No proponen eliminarlo claramente, pero pretenden degradarlo. Las leyes que limitan la libertad de contratar deberían ser interpretadas restrictivamente y tienen carácter supletorio”, detalló sobre el plan Milei-Sturzenegger.

“¿Supletorio de qué? ¿De lo que deciden las partes? Si es así, no ejerce ningún efecto limitador. Además, en nuestro código se establece que los jueces pueden modificar lo estipulado en un contrato cuando afecte el orden público”, expresó.

Y añadió: “Pero ahora se propone el decreto que solo puedan hacerlo si alguna de las partes lo piden, pero no de oficio. ¿Acaso podría ser inválido casi todo el derecho del trabajo? Son leyes que limitan la libertad de contratar”.

“¿Se podría acordar que los empleados renuncien al derecho de indemnización por despido? ¿El juez debería permanecer impávido frente a esto? En un contrato de locación de obra, ¿se podría eximir de cualquier responsabilidad por daños emergentes de la obra?”, siguió enumerando con énfasis.

Luego, terminó por explicar: “Se pretende que lo que las partes acuerden sea lo que vale y el Estado no pueda hacer nada. Por más de que la paridad entre las partes sea desigual y un verdadero caso extorsivo”.