Mientras el presidente Javier Milei se preparaba para dar un discurso ante estudiantes secundarios en el Colegio Cardenal Copello -institución a la que asistió- un ex maestra del mandatario se quejó ante periodistas del ajuste que lleva a delante el Gobierno. "Estoy esperando que nos mejore la jubilación y no nos apriete tanto con los ajustes", dijo a los medios en la puerta de la escuela.
Teresa, quien fue maestra de Milei, planteó que el salario docente es "muy bajo" y que, aunque ella no toma medicamentos, tiene compañeras "que la están padeciendo bastante" por los "terribles" los aumentos en ese rubro. "Yo soy jubilada y muy bien no estoy", aseguró.
La queja de la docente jubilada tuvo lugar en el marco de una brutal licuación de ingresos, que afecta especialmente a jubilados y pensionados. El último aumento decretado por el Gobierno para ese sector fue del 27,18% a partir de marzo, ante una inflación trimestral que ronda el 60%.
La jubilación mínima es de $134.445,3. A esa cifra, el Gobierno le sumó un bono de $70.000 para los haberes más bajos, por lo que los beneficiarios que menos cobran recibieron $204.445,30 en marzo. En tanto, los jubilados que cobran por encima de la mínima, pero tienen haberes inferiores a $204.445, recibieron un bono proporcional hasta alcanzar ese monto.
Estas cifras representan una caída del 33% del poder de compra en los haberes mínimos con relación a marzo del año pasado, solo si se tiene en cuenta una canasta de inflación general. Si también se contempla el aumento en el rubro medicamentos, el recorte del poder adquisitivo es mucho más grande.