La retirada de Nikki Haley de las primarias republicanas aceleró la lucha por las presidenciales entre el actual mandatario, el demócrata Joe Biden, y su antecesor, el conservador Donald Trump, que se sitúan virtualmente como candidatos al quedarse sin oposición. La decisión de la exembajadora estadounidense ante la ONU se produjo un día después de que en el "Supermartes", día en el que 15 estados celebraron primarias, solo consiguiera vencer a Trump en Vermont. Biden invitó a los votantes de Haley a sumarse a su propia campaña, subrayando que "lo que está en juego para Estados Unidos no podría ser más importante".
"Llegó el momento de suspender mi campaña"
"Ahora depende de Donald Trump ganarse los votos de aquellos dentro y fuera de nuestro partido que no lo apoyaron. Y espero que lo haga", dijo Haley en una aparición pública en Charleston, Carolina del Sur. La exgobernadora de ese estado dio por seguro que el magnate neoyorquino será el candidato del partido republicano a la presidencia, lo felicitó y le deseó "lo mejor", pero no cumplió con la tradición de expresar su apoyo al ganador.
"La política se trata de atraer a la gente a tu causa, no de rechazarlos. Nuestra causa conservadora necesita urgentemente a más gente. Este es el momento de que él elija", resumió Haley. La exembajadora ante la ONU era la única mujer en las primarias republicanas. "Estoy llena de gratitud por el gran apoyo recibido, pero llegó el momento de suspender mi campaña. Aunque ya no seré candidata, no dejaré de usar mi voz para las cosas en las que creo", advirtió Haley, de 52 años y cuyos padres son originarios de la India.
Haley apeló en su campaña a los votantes moderados que no se sienten representados ni por Trump, de 77 años, ni por Biden, de 81 años. Pero durante este proceso solo le ganó al expresidente en Vermont y en el distrito de Columbia, además de sufrir una derrota humillante en Carolina del Sur, su estado natal y del que fue gobernadora.
Biden seduce a los votantes de Haley
Biden se pronunció poco después de que Haley abandonara las primarias republicanas. En un comunicado el presidente señaló: "Todos sabemos que esta no es una elección cualquiera. Sé que los demócratas, los republicanos y los independientes no están de acuerdo en muchos temas y tienen convicciones sólidas. (...) Pero también sé esto: lo que une a demócratas, republicanos e independientes es el amor por Estados Unidos".
"Trump dejó claro que no quiere el apoyo de los votantes de Nikki Haley. Quiero ser claro: hay un lugar para ellos en mi campaña", sostuvo el mandatario demócrata. Biden admitió que aunque "hay muchas cosas" en la que los partidarios de Haley y él no coincidirán, espera poder encontrar puntos en común "en las cuestiones fundamentales como preservar la democracia estadounidense, defender el Estado de derecho, preservar la OTAN y enfrentar a los adversarios de Estados Unidos".
Haley era hasta ahora la única candidata republicana que quedaba en carrera contra Trump y Biden alabó su valentía por haberlo intentado. "Se necesita mucho coraje para postularse a la presidencia; eso es especialmente cierto en el partido republicano de hoy en día, donde muy pocos se atreven a decir la verdad sobre Trump. Pero no Nikki Haley. Nikki Haley demostró ser valiente", apuntó Biden.
En la interna demócrata Biden respira tranquilo. Las candidaturas del congresista Dean Phillips y la autora de libros de autoayuda Marianne Williamson nunca despertaron entusiasmo. El propio Phillips se retiró este miércoles de las primarias y anunció que apoyará a partir de ahora a Biden en su carrera a la reelección.
Como se esperaba el martes Biden ganó en todos los estados, menos en un territorio: la Samoa estadounidense, un archipiélago del Pacífico donde fue derrotado por un empresario prácticamente desconocido. El jueves será la próxima gran noche del presidente: defenderá su visión para Estados Unidos durante un discurso ante el Congreso, el tradicional "Estado de la Unión".
"¡Gracias MAGA!"
El gran ganador del Supermartes fue Trump, que estaba exultante. "Fue una noche y un día increíbles, increíbles. Ha sido un período increíble en la historia de nuestro país", afirmó el magnate republicano ante sus seguidores, congregados en su mansión de Mar-a-Lago, en Florida. "¡Gracias MAGA!", escribió antes en su plataforma Truth Social, utilizando el acrónimo de su lema "Make America Great Again" ("Hagamos a Estados Unidos grande de nuevo").
Desde el 15 de enero y, a pesar de sus problemas legales, Trump ganó casi todas las primarias. Los demócratas toman nota y se mantienen en estado de alarma. Trump "está decidido a destruir nuestra democracia" y "hará o dirá cualquier cosa para alcanzar el poder", afirmó Biden en un comunicado difundido por su equipo de campaña. En otro pidió fondos porque "Trump está arrasando en las primarias".
Trump prefiere centrarse en una revancha con Biden antes de tener que enfocarse en sus problemas legales. La Corte Suprema anunció este miércoles que el 25 de abril celebrará la vista oral sobre la inmunidad penal del expresidente por posibles delitos ocurridos durante su mandato, lo que podría frustrar los intentos de juzgarlo por su papel en el asalto al Capitolio de 2021.
El empresario se ve obligado a ampliar su base electoral y no parece que vaya a ser fácil. Los votos de sus simpatizantes son insuficientes para ganar en un puñado de estados que decidirán el resultado de las elecciones de noviembre. Necesita a los republicanos moderados y a los independientes.
En Carolina del Norte, por ejemplo, el 66 por ciento de los votantes de Nikki Haley cree que Trump no está preparado, mental ni físicamente, para ser presidente, según una encuesta de CNN. Y el 81 por ciento de ellos adelantó que no apoyará automáticamente al ganador de las primarias del partido. Trump "debería preocuparse por la unidad del partido", afirma Karl Rove, un consultor republicano.
Vice republicano en suspenso
Aunque Trump dijo en enero que ya sabe a quién quiere como vicepresidente, nada está escrito. Durante una entrevista con Fox News la semana pasada, Trump sostuvo que el gobernador de Texas, Greg Abbott, "por supuesto que está" en la lista de potenciales candidatos a vice. Desde que anunció su precandidatura, el magnate elogió al senador Tim Scott, quien es considerado otro de los favoritos para ser su compañero de fórmula.
En 2016 Trump eligió a Mike Pence como su vice la semana previa a la convención nacional republicana. En 2020 Biden hizo lo mismo con Kamala Harris, quien también será su compañera de fórmula en las elecciones de este año. Si Trump cumple con ese calendario, no revelará quién será su compañero de fórmula hasta la convención republicana de julio.
Trump acumula ya 1.051 de los 1.215 delegados que necesita para proclamarse matemáticamente como el candidato republicano, mientras que Biden, según el recuento de la cadena ABC News, suma 1.568 de los 1.968 con los que se garantizará la nominación en la convención de su partido. Trump puede confirmar matemáticamente su candidatura presidencial el día 12 y Biden, con seguridad, el 19 de marzo.