Un taxista -Héctor Figueroa de 43 años - fue asesinado a última hora del martes en la zona sur de Rosario. Ocurrió en Flammarión y Lamadrid cuando el tachero frenó con un pasajero en el asiento del acompañante, al tiempo que un sicario se paró al lado del conductor y le disparó al menos ocho tiros , siete de los cuales impactaron en su cabeza. El crimen intentó ser analizado como una represalia narco por el trato que recibieron los presos de alto perfil en penales del sur santafesino, después del atentado al micro de penitenciarios ocurrido el último sábado. Pero los investigadores no encontraron cartel alguno ni reivindicación de algún grupo mafioso. Luego se puso el ojo en un caso de robo, pero todo el efectivo estaba sobre la unidad. También se trabajó sobre la hipótesis de un conflicto personal, pero los autores materiales escaparon dejando el teléfono celular de la víctima, con lo cual podrían ser rastreados por los pesquisas. Por eso a última hora de ayer, cobró interés una de las pruebas del crimen: las nueve vainas secuestradas en el lugar del hecho eran de municiones pertenecientes a la Policía de Santa Fe, un dato no tan usual en crímenes de este tipo, según confió uno de los investigadores a este diario. Tal vez sea "el verdadero sello del acto mafioso", se sinceró la misma fuente pensando en una banda mixta con poder de fuego que reclama su parte.
La justicia también investiga un dato que no parece menor: el taxista fue abordado por el "pasajero", en bulevard Oroño y Uriburu, para ser llevado al sitio del crimen, pero eludió el corredor seguro de Oroño, y eligió otro camino, con lo cual generó suspicacias. El segundo dato es porqué el conductor detuvo el motor y permitió que su cliente se sentara en el asiento del acompañante, en la parte delantera del vehículo. Sobre lo que no hay dudas es que una vez en el lugar, un tercero se plantó del lado del conductor y le disparó nueve veces sobre su humanidad, al tiempo que el cómplice que estaba sobre la unidad corrió junto al sicario hacia el sector de vías del ferrocarril, con lo cual se confirma la hipótesis de un delito pensado con anticipación. Lo que la policía cree que este cómplice pudo haber recibido algún plomo en su cuerpo por la trayectoria de las balas que terminaron haciendo estallar el vidrio del costado derecho del auto. En el apuro, una pista quedó tirada en el lugar del crimen, se trata de una zapatilla del pasajero.
Hay que decir que Héctor Figueroa fue el tercer taxista asesinado en menos de un mes en Rosario, y ninguno de ellos perdió la vida en ocasión de robo. El 13 de febrero fue acribillado en el barrio Tablada un chofer de San Lorenzo, en esta ocasión junto al pasajero que también murió. Dos días después fue otro taxista, en esa ocasión baleado mientras lavaba el auto en la puerta de su casa del barrio Triángulo y Moderno. Con ese marco desde la Cámara de Titulares de Licencias de Taxis (Catiltar) y desde el sindicato de Peones de Taxis se anunció un " día de duelo" que se extendió durante todo el miércoles, con actividad reducida, pero con tacheros trabajando.
Horacio Yanotti, titular de Peones de Taxi, puso sobre la mesa una sospecha que barajaron los compañeros de la víctima. Relacionó el homicidio a "un mensaje mafioso" como respuesta las medidas del Ministerio de Seguridad de la provincia contra los presos.
Es que Pablo Cococcioni publicó en sus redes sociales fotos de reclusos sometidos a una requisa con la estética del proceso llevado a cabo por el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, anunciando que "la van a pasar cada vez peor". Todo luego de que familiares de detenidos se manifestaran en la puerta de la sede rosarina de Gobernación reclamando por las condiciones de alojamiento de sus allegados.
Cococcioni cuestionó la postura de Yanotti y dijo que no hay elementos que vinculen el homicidio a las publicaciones recientes sobre los presos. "No dejaron ninguna nota", dijo además el ministro de Seguridad.
Por su parte el titular de la Cámara de Titulares de Licencias de Taxis (Catiltar), José Iantosca, dijo que el crimen "es un mensaje para alguien" y no descartó que fuera para el gobierno provincial luego de las medidas de endurecimiento anunciadas contra los presos de "alto perfil" alojados en cárceles del territorio santafesino.
Por otra parte, Horacio Yanotti, titular de SPT Rosario, aseguró que “hay una línea investigativa que realmente nos sorprendió. La semana pasada hubo algunas intervenciones de compañeros taxistas contra la actividad UBER. Con esto no quiero decir que la aplicación tenga algo que ver, pero tal vez gente que está trabajando en este servicio ilegal, absolutamente incontrolable, tenga que ver”.