La producción local de vehículos creció un 3,3 por ciento en noviembre frente al mismo período del año pasado, informó ayer Adefa. Es el primer dato positivo del año, lo que permitió recortar levemente la merma acumulada entre enero y noviembre hasta un -12,6 por ciento. La mejora de la producción durante el mes pasado se explica por el incremento de las exportaciones a las terminales de Brasil (que están recomponiendo stocks a pesar de que su mercado todavía no se reactiva) y por la suba de la venta de autos importados en el mercado local. En cambio, la venta de vehículos nacionales a los concesionarios continuó en caída.
A pesar del repunte de noviembre, desde el Smata advirtieron que este año se perdieron 3 mil puestos de trabajo en el autopartismo y que en marzo del año que viene podría haber 3 mil despidos más a raíz de la política de apertura de importaciones y por el bajo nivel de integración de partes locales. Entre las terminales radicadas se destacan las suspensiones en Fiat y Volkswagen.
En noviembre se produjeron 46.962 vehículos nacionales. El incremento interanual del 3,3 por ciento esconde una fuerte heterogeneidad entre la caída de los autos, de 28.344 a 18.477 unidades, y el incremento de los utilitarios, de 17.134 a 28.485. En el acumulado del año, la fabricación de autos registra una baja del 22,9 por ciento, mientras que los utilitarios crecieron 1,8 por ciento.
El crecimiento de los utilitarios tiene que ver con el impacto positivo de la devaluación y la quita de retenciones en el sector agropecuario. El avance del mercado fue absorbido en casi la totalidad por la Toyota Hilux cuyas ventas en el año subieron de 26.007 a 30.363 unidades.
A contramano de lo que sucedió en el año, en noviembre crecieron las exportaciones hasta las 21.531 unidades, frente a las 18.599 unidades del mismo mes del año pasado. El aumento se explica por los mayores envíos de picks-up, de 9525 a 16.336 unidades. Las terminales explican que a lo largo del año las compañías brasileñas abastecieron su débil mercado a través de la liquidación de stocks. La suba de las exportaciones el mes pasado se explica entonces por la necesidad de recomponer stocks y no por una mejora del mercado que vaya a ser sostenible. El aumento del 15,8 por ciento de las exportaciones en noviembre contrasta con la caída del 25,3 por ciento que lleva en el año.
Las ventas internas, que se dirigen a los concesionarios, aumentaron en noviembre de 51.648 a 62.401 unidades, una suba del 20,8 por ciento. Los utilitarios subieron 41,2 por ciento, mientras que los autos lo hicieron en un 13,5 por ciento. En el acumulado del año, las ventas locales avanzaron un 17,5 por ciento. Sin embargo, esa mejora se explica por la mayor participación de los vehículos importados. Según los propios datos de Adefa, la venta a los concesionarios de vehículos nacionales cayeron 9,9 por ciento en noviembre y acumula una merma de 0,9 por ciento en los once primeros meses.
Es decir que entre enero y noviembre el mercado local quedó relativamente estable para la producción nacional, a diferencia de las unidades que se dirigen al exterior, que explican el deterioro del nivel de actividad. En el sector autopartista, la situación derivó en un deterioro del nivel de empleo, mientras que las terminales continúan con su política de suspensiones.
El secretario general Smata, Ricardo Pignanelli, denunció la pérdida de tres mil puestos de trabajo en el sector y alertó que en marzo “se pueden perder tres mil más”. “La mayoría de los coches ingresan de Brasil y tienen un costo inferior. Pero también están ingresando autos de alta gama de otras zonas”, indicó Pignanelli. Pidió regular las importaciones: “sabemos que para vender tenemos que comprar, pero tiene que existir un equilibrio”.
La mayor parte de los despidos se concentra en las empresas autopartistas. Entre las terminales automotrices continúa el esquema de suspensiones. El caso más grave es el de Fiat, de fuerte dependencia del mercado de Brasil, que suspendió su planta prácticamente durante todo diciembre. Otro caso saliente es la suspensión del tercer turno de trabajo en la planta que Volkswagen tiene en Pacheco.