El grupo islamista Hamas declinó este miércoles la última contraoferta de tregua en la Franja de Gaza planteada por Israel, pero se mostró dispuesto a seguir negociando "para llegar a un pacto que haga realidad las demandas e intereses del pueblo palestino".
"Hamas demostró la flexibilidad necesaria para llegar a un acuerdo que implique un cese integral de la agresión contra nuestro pueblo. Sin embargo, la ocupación continúa evadiendo las obligaciones de este acuerdo, especialmente las referidas a un alto el fuego permanente, el regreso de los desplazados, la retirada de la Franja y la satisfacción de las necesidades de nuestro pueblo", señaló Hamas en un comunicado, que el día anterior había establecido una serie de puntos básicos para una nueva tregua durante una reunión en El Cairo entre una delegación del grupo con los equipos de los países mediadores, Qatar, Egipto y Estados Unidos.
Respecto a la situación en el frente de batalla, el Ejército israelí aseguró haber capturado a unos 250 supuestos milicianos, tanto de Hamas como de la Yihad Islámica Palestina, en una operación realizada en un área residencial de Jan Yunis, en el sur de la Franja de Gaza. "Los soldados detuvieron a muchos terroristas que se rindieron, incluido un comandante de una célula de francotiradores de Hamas y dos comandantes de un escuadrón", precisó un comunicado castrense.
Al menos 86 palestinos murieron y otros 113 resultaron heridos en las últimas horas por ataques del Ejército de Israel en Gaza, según el último balance del Ministerio de Sanidad del enclave, que contabiliza al menos 30.717 muertos y 72.156 heridos desde que estalló la guerra el 7 de octubre.
Mientras tanto, la crisis humanitaria en el norte de la Franja empeora, indicó el coordinador de Logística de Médicos Sin Fronteras (MSF), Alfonso Artacho, que observó en la zona bombardeos, hambruna severa, enfermedades, solo un litro diario de agua por persona, violencia, hacinamiento, desesperación y miedo. Según relató este arquitecto técnico, el nivel de sufrimiento que vio en la población gazatí no lo había percibido antes en los 18 años que lleva trotando por el mundo de emergencia en emergencia.